La aprobación esta última semana del proyecto de la conocida como “Ley de Startups” camina a paso firme con un objetivo claro desde su creación: atraer talento e inversión, dando apoyo a empresas de rápido crecimiento y base tecnológica.
Desde el Gobierno, aseguran que esta nueva y esperada normativa ha surgido en un momento clave en un mundo en plena mutación digital con cada vez más nómadas, emprendedores e inversores que quieren moverse profesionalmente alrededor del globo.
La base de la recuperación económica
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha aprovechado la reciente entrega de premios de CEAJE a los jóvenes empresarios para dar valor al Plan de Recuperación que el Ejecutivo central ha llevado a cabo en el periodo de la pandemia.
La ministra de Economía ha resaltado que es un proyecto “coherente” con recursos financieros “para abordar un programa de inversiones sin precedentes”. Una de las bases para dar luz a esta recuperación es la Ley de startups que pretende poner a España a la vanguardia de Europa en la creación de este tipo de compañías.
El texto, según fuentes de este ministerio, ha sido “sustancialmente mejorado” después de someterse a audiencia pública y escuchar al ecosistema emprendedor. Por ello, además de reducirse el tipo impositivo en el impuesto de sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes, la nueva ley va a facilitar el uso de las ‘stock options’ como forma de retribución.
La ley también eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación de 60.000 a 100.000 euros anuales en un incentivo al que también se podrán acoger los emprendedores. Además, se amplía el periodo en el que se considera una startup de reciente creación, que sube de tres a cinco años, con carácter general.
Con la nueva normativa, las startups podrán también solicitar el aplazamiento de la deuda tributaria del impuestos de sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes. A destacar también la eliminación en la obligación de efectuar pagos en este sentido, en los dos años posteriores a aquel en el que la base imponible sea positiva.
Una ‘Ley Beckham’ más atractiva
Entre las medidas que afectan a estas empresas, de cara a facilitar la atracción de talento internacional, destaca la actualización y mejora de las condiciones en la tributación para empleados desplazados a territorio español.
La conocida como “Ley Beckham” es un régimen especial que permite que las personas que adquieran su residencia fiscal en España para trabajar pueden optar por una tributación ventajosa en el Impuesto sobre la Renta frente a la de un residente ordinario.
Eso sí, requiere el cumplimiento de algunos requisitos como no haber residido en España durante los 10 años anteriores a aquel en el que se produzca el desplazamiento. Los rendimientos del trabajo quedan sujetos a tributación a un tipo del 24% hasta 600.000 euros y del 47% sobre el exceso.
En lo que se refiere al rendimiento obtenido por el contribuyente, solo quedan sujetos a tributación en España aquellos de fuente española. Estas condiciones ventajosas se aplican durante los primeros 6 años desde la adquisición de la residencia fiscal en nuestro país.
Reacción unánime a la aprobación de la Ley
Si algo ha quedado claro desde la concepción de esta nueva normativa, ha sido la necesidad de una norma que al final beneficia a nuestra economía. De ahí que, desde diferentes sectores políticos y empresariales, celebren su próxima oficialidad.
En la gala anual de la Confederación de Jóvenes Empresarios (CEAJE), su presidente, Fermín Albaladejo; felicitaba a la vicepresidente como cabeza visible de esta Ley. A su juicio, “unas políticas muy necesarias”.
Aprovechaba, no obstante, para pedir incentivos fiscales para las pymes y ayudas a todas las empresas, ya que según apostillaba “no todas se dedican al mundo tecnológico”. En lo que a su sector compete, Albaladejo señalaba que los jóvenes empresarios “tienen el deber de potenciar la internacionalización”.
En el mismo acto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, mostraba su satisfacción por la evolución de la escuela empresarial del país que representa CEAJE desde sus inicios y en lo que se refiere a la nueva normativa, destacaba que sus principales beneficiarios son los jóvenes empresarios, “nacidos del pacto democrático”.
La economía digital va a depender en gran medida, de esta Ley. Como suscribe la vicepresidenta del Gobierno, “es un proyecto potente” que se une a la Ley crea y crece y a la reforma concursal que el Gobierno espera aprobar en los próximos meses para que los proyectos emprendedores “puedan reflotar tras una mala racha”.
