Mucho se ha hablado de la sostenibilidad a la que está sujeta nuestra sociedad tras los últimos compromisos alcanzados por los gobiernos mundiales y estatales en pro del objetivo común de la agenda 2030 para reducir las emisiones en 1,5ºC.
Después del acuerdo para alcanzar la neutralidad climática que se ha acelerado después de la pandemia, el movimiento ha ido calando en la ciudadanía hasta el punto de ser participes de los cometidos que han de cumplir nuestras empresas.
El reciente informe que publica la organización Círculo de Empresarios sobre los ‘Desafíos de la empresa española ante un modelo de crecimiento europeo basado en sostenibilidad (ESG)’ pone el acento en la demanda de los consumidores como pieza fundamental para que encaje el puzzle.
¿Cumplen las empresas con la demanda sostenible de sus consumidores?
“Cuando los consumidores exigen productos y servicios respetuosos con el medio ambiente y los derechos laborales, suelen traducirse en regulación”, indica el informe de EY para el Círculo de Empresarios. Esto es porque, según ha quedado demostrado en otras ocasiones, no hay mejor regulador que la opinión pública. Según este estudio, el 31% de los consumidores españoles dejaría de comprar una marca o producto no comprometida con el medio ambiente y un 71% estaría dispuesto a pagar más por un servicio más respetuoso.
Una tendencia que, de persistir, puede marcar un antes y un después para las compañías en este sentido, cuyo compromiso a nivel global es aún demasiado pobre. De hecho, sólo el 11% de las empresas cotizadas en el mundo se alinea con un calentamiento global futuro de 1,5 grados, según el indicador de MSCI.
Recordemos que, precisamente, el Informe Especial sobre Calentamiento Global suscrito en Corea del Sur en 2018 por científicos de 40 países, indica que para limitar el calentamiento por debajo de 1.5°C "las emisiones humanas globales netas de CO2 necesitarían caer en aproximadamente un 45% respecto a 2010 para llegar a este nivel en 2030, logrando cero emisiones netas alrededor de 2050."
El papel de España en el reto global de la sostenibilidad
En lo que se refiere a las empresas españolas, los datos son más optimistas, con una representación en el Pacto Mundial de Naciones Unidas del 13%, ya son más del 65% las que se han comprometido a reducir sus emisiones de CO2, según recoge el informe. Además, nuestro país ocupa la posición 14 de 180 en el Índice de Desempeño Ambiental (EPI) elaborado por las Universidades de Yale y Columbia, que mide los esfuerzos y resultados de los países a la hora de alcanzar sus objetivos ecológicos.
En lo que se refiere al contexto europeo, España ocupa la décima posición, destacando la apuesta por alcanzar la descarbonización económica con la ayuda del hidrógeno verde, alineado con los diferentes PERTEs que ya han sido aprobados.
Si nos preguntamos cuánto y con qué rapidez necesita una empresa reducir sus emisiones, el informe publicado por el Círculo de Empresarios refleja que ya hay 32 empresas en España que se han comprometido con la iniciativa, entre las que destacan Iberdrola, Inditex o Telefónica como las que ya han establecido y validado sus objetivos.
Aún con todo, queda camino por recorrer y la distancia es cada vez más corta. Si atendemos al estudio de ODS sobre contribución a la Agenda 2030 de Alphabet, el 40% de las Pymes españolas aún desconocen en qué consisten los objetivos medioambientales.
