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En 2050, un tercio de los empleados serán "seniors"

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La radiografía del desempleo y de la ocupación de los trabajadores sénior (mayores de 55 años) que dibuja la Encuesta de Población Activa (EPA) sigue mostrando más nubes que claros, ya que constata una mínima mejoría de algunos indicadores por las malas cifras de otros.  

Los datos del último trimestre de 2023 arrojan un número de desempleados sénior que desciende con respecto a la EPA anterior (un 5,6%), pero que vuelve a superar con creces el medio millón de personas sénior en desempleo (535.000), que representan el 19% del total de profesionales que buscan trabajo en España.

La importancia de tener en cuenta a los perfiles sénior 

Las compañías deben tener en cuenta a los mayores, tanto a los empleados como a los consumidores. Es un hecho que se constata desde el Instituto de Innovación Social de ESADE, que en su ciclo sobre el ‘Reto demográfico y negocio responsable’ pone en valor a este sector de cara a no sentirse discriminado. 

En el año 2050, un tercio de la población española tendrá más de 65 años y habrá más de 5,3 millones de personas mayores de 80 años. Una población cada vez más envejecida en una sociedad cada vez más digital, por lo que las empresas deben preguntarse qué políticas deben introducir para que esta población se sienta cada vez más útil. 

Ya no solo hablamos del hecho de proteger a este nicho social con normativas como la destinada a evitar su exclusión financiera, entre otras, sino a definir sus capacidades para aprovechar su profesionalidad como activos referentes en la economía del país. 

Para ello, saber qué es el talento sénior ayudará a las compañías a identificar los perfiles que encajen con esta rama social, referente a todo aquel activo de 55 años o más que en términos de experiencia y conocimiento cumpla con el requisito mínimo que pide cualquier empresa. 

Eliminar prejuicios e impulsar el talento 

Los sesgos forman parte de toda sociedad consumista, heredados de la inconsciencia que nos transmite un mundo cambiante y en continua competencia económica. Eliminar los referentes a la edad es vital para poder avanzar en este sentido y garantizar la igualdad de oportunidades. 

Para ello, el foco debe estar puesto en la formación de los empleados, de cara a trabajar su empleabilidad y hacer que los perfiles más séniores puedan estar lo más actualizados posibles. Es el siguiente paso al reto cumplido en la última década, de haber implementado con éxito la tecnología en la tercera edad

Contar con profesionales sénior en las plantillas no es solo una cuestión de empatía, sino también de negocio. La diversidad de una sociedad pasa por renovar las empresas en todos los sentidos, también en la de acoger perfiles con todas las edades donde se pueda entender por completo las necesidades de todos los targets de clientes. 

En nuestro país, lo que se conoce como ‘España Vaciada’ es el principal problema de aislamiento social de este perfil, ligado a determinados ámbitos profesionales de los entornos rurales. Una forma de tener en cuenta a las generaciones más mayores es lanzando productos específicamente pensados para ellos y asegurando la accesibilidad de las herramientas que ya existen.  

Al final, el reto pasa por aplicar de forma progresiva un método inclusivo del que se dote a todas las novedades que vayan surgiendo y que van a cambiar nuestra vida de forma mayoritaria. Pues el trabajo que ahora hagamos en este sentido es la mejor herencia para afianzar nuestro futuro.