Sobre el reto de alcanzar la descarbonización económica que requiere la Unión Europea para 2050, queda poco por explicar más allá de evaluar cuanto de bien están haciendo las empresas para cumplir con los objetivos pactados.
Por ello, el hidrógeno vuelve a ser el nombre propio para enfocar la acción transversal que necesita este proyecto a largo plazo, tanto por su modelo estructural como por el futuro de negocio. Un concepto que da nombre a la jornada que Lefebvre ha celebrado recientemente en colaboración con la CEOE.
En ella, se han analizado los planes de Gobierno y las grandes empresas energéticas, que están haciendo una apuesta decidida por el hidrógeno como combustible del futuro, con inversiones y planes de desarrollo que pretenden convertir a nuestro país en exportador de este tipo de energía.
El hidrógeno como vector de futuro
Con la meta de llegar a unas emisiones cero de CO2 para el año 2050, el hidrógeno está llamado a ayudar a la evolución de sectores como la aviación, el transporte o las industrias química y siderúrgica.
De hecho, ya existen grandes proyectos en marcha y todos pendientes de los fondos europeos, pero también numerosas incógnitas por despejar, muchas de ellas de carácter jurídico. En este sentido, el PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA) desarrollado por el Ministerio para la Transición Ecológica ya ha sido aprobado.
En la jornada organizada por Lefebvre, en la que se han dado cita varios expertos en la materia, su presidente Juan Pujol, recordaba que desde el ejecutivo español se ha solicitado a la Comisión Europea prioridad para el transporte y comercio de hidrógeno renovable desde zonas del sur hasta la UE.
Además, los expertos han analizado las inversiones y planes de desarrollo que, desde el Gobierno, pretenden convertir a nuestro país en exportador de este tipo de energía. En palabras de Javier Calderón, director del Departamento de Empresas y Organizaciones de CEOE, una transición ecológica que debe hacerse, “de manera justa, tanto en el ámbito europeo como en el nacional”.
El compendio de las energías renovables
Además de los proyectos en marcha pendientes de los fondos europeos que han dado pie al primer consorcio de hidrógeno verde en nuestro país, existen numerosas incógnitas por despejar, muchas de ellas de carácter jurídico.
En el encuentro se han analizado cuestiones de gran interés para los profesionales del sector, como el reglamento europeo por el que se establece el marco para lograr la neutralidad climática y el desarrollo de la industria española de hidrógeno renovable, objeto de un creciente interés por diversos operadores económicos.
Sobre la normativa se han pronunciado varios expertos pertenecientes a despachos como GA_P, Deloitte Legal y Ontier, detallando la exhaustiva labor realizada sobre la normativa sectorial administrativa y en qué medida puede verse afectada por los diferentes proyectos de energías renovables.
Desde el sector, se muestran “esperanzados” con que la directiva prevista pueda proporcionar certeza tanto al marco regulatorio, como al negocio. En este sentido, las empresas que negocian con hidrógeno deben pensar en cómo tributan todos los costes de todos los sectores energéticos que se necesitan para producir ese hidrógeno.
Un elemento abundante que según afirman, puede romper dos barreras: “cerrar una brecha industrial donde parece que las energías renovables no iban a ser suficientes y, por otro lado, la necesidad de disponer de un almacenamiento para utilizar y hacer gestionable la energía renovable”.
Y es que, los recursos energéticos de nuestro país frente a los del resto de Europa nos proporcionan una oportunidad única para liderar el desarrollo del hidrógeno y poder exportar a otros países. Una opción que, entre las renovables, puede suponer un futuro más que rentable para España.
