El número de nuevas sociedades mercantiles se disparó un 27,7% en 2021 respecto al año anterior, hasta sumar más de 101.000 nuevas empresas en España, el mayor registro anual desde el ejercicio 2008, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Una subida que ponía fin a dos años consecutivos de retrocesos tras las caídas experimentadas por la pandemia. Un síntoma hacia el optimismo por el que muchos emprendedores se han animado a poner en marcha sus ideas de negocio.
Un aliciente en consenso con el Proyecto de Ley ‘Crea y Crece’ aprobado el pasado año en busca de mejorar las condiciones para la creación de estas empresas. Por ello, a la hora de crear una empresa desde cero hay que tener en cuenta una serie de requisitos y pasos para formalizar su constitución:
Elegir la forma jurídica
El primer paso para abrir una empresa es decidir su forma jurídica, que dependerá de factores como la naturaleza de la actividad, el alcance del proyecto, el número de socios y la responsabilidad legal que estemos dispuestos a asumir.
Hay que tener en cuenta que de esta elección dependerán las obligaciones fiscales y contables que debemos asumir, así como la inversión económica inicial para la constitución de la empresa.
A la hora de asociarse empresarialmente junto a alguien, debemos conocer los diferentes tipos de sociedades mercantiles que existen en España o, por el contrario, si la idea es abrir una empresa sin acompañante, se puede crear una sociedad limitada unipersonal (SLU) para restringir la responsabilidad fiscal al capital aportado.
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Certificación negativa del nombre
Entre los requisitos para montar una empresa se encuentra el de obtener la certificación negativa del nombre que hayas elegido para tu negocio. Puedes pedirla en el Registro Mercantil Central acudiendo a sus oficinas físicas, rellenando el formulario web en su sede online o remitiendo una carta por correo postal.
Este documento acredita que no existe otra sociedad operando con ese mismo nombre. Algo que, a la larga, puede resultar clave. Para más información, puedes consultar cómo saber si el nombre de tu empresa ya existe.
Algo que va estrechamente enlazado con inscribir tu empresa en el Registro Mercantil, lo que no te garantiza que tu logotipo, eslogan o cualquier producto que crees, estén protegidos. Para ello, se necesita un registro en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Redactar los estatutos sociales
Los estatutos sociales rigen el funcionamiento de la empresa y, aunque se pueden modificar posteriormente, lo ideal es dejarlos claros desde el inicio para evitar posibles controversias entre los socios.
Deben reflejar la información básica de la empresa y todo lo relacionado con el capital social inicial para constituirla, así como su estructura organizativa.
Cuenta bancaria a nombre de la empresa
Uno de los requisitos para montar una empresa consiste en aportar un capital social mínimo. Según el tipo de sociedad que constituyas, tendrás que depositar ese dinero en una cuenta bancaria a nombre de la empresa.
Número de identificación fiscal en la Agencia Tributaria
El Número de Identificación Fiscal (NIF) es un código alfanumérico que tendrás que usar en todos los documentos relacionados con tu negocio, tanto para la constitución de la sociedad como para la presentación de impuestos y la facturación de la actividad.
Para obtener el NIF, tendrás que rellenar el modelo 036, que puedes presentar telemáticamente en la Agencia Tributaria.
Escritura pública ante notario
Si la empresa está constituida con varios socios, se debe acudir ante un notario para firmar la escritura pública de constitución de la sociedad, presentando una serie de documentos (estatutos sociales, certificación negativa del nombre de la empresa, certificación bancaria del depósito del capital social y documentos de identificación).
Inscripción en el Registro Mercantil
Para tener constancia de la creación de una empresa, el Registro Mercantil otorga a la sociedad plena capacidad jurídica y le permite ser reconocida por proveedores, entidades bancarias, inversores, entidades públicas y otras figuras con las que se relacionen.
De hecho, todas las sociedades deben estar inscritas en el Registro Mercantil de su provincia.
Alta en IAE
El Impuesto de Actividades Económicas (IAE) se aplica a todas las pymes y autónomos que desempeñan una actividad profesional, empresarial o artística en España. Por consiguiente, para abrir una empresa se tiene que tramitar su alta indicando la actividad empresarial que se va a desarrollar.
Si es el caso de ejercer como administrador de la sociedad, también deberemos darnos de alta en el censo de empresarios de la Agencia Tributaria y en el RETA, donde se figurará como autónomo societario.
Certificado electrónico
Cada más habitual y demandado por la Administración Pública, es más que recomendable que nuestra empresa tenga un certificado electrónico, que facilitará muchos trámites y ahorrará mucho tiempo.
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