Si algo bueno traen los periodos de dificultad son los cambios a los que nos exponen. Siempre derivados a una reinvención para seguir avanzando, suelen ser los momentos donde surgen las mejores ideas.
Con la pandemia no podía ser de otra forma. Tras el duro año 2020, el año pasado aún con todo, experimentó un ejercicio notable en cuanto a emprendimiento español se refiere. Algo que contrasta con las cifras de negocio y su evidente caída desde el inicio de la crisis sanitaria.
Un ecosistema emprendedor más consolidado
Las startups españolas comienzan a tomar posición de referencia en el ecosistema empresarial del país. Consolidado con la reciente aprobación del proyecto de Ley de fomento de empresas emergentes, que persigue un objetivo claro desde su creación: atraer talento e inversión, dando apoyo a empresas de rápido crecimiento y base tecnológica.
Según los datos del Mapa del Emprendimiento 2021 de South Summit, las startups españolas superan los 2,7 años de vida. Una cifra muy optimista que supone seguir la tendencia de aumento con respecto a años anteriores (2019 fue de 2,2 y 2020 de 2,5).
Una maduración que, a simple vista, se puede ir percibiendo respecto a la media europea que, aunque sigue por encima (2,8 años de media), ya no queda tan lejana.
La mala noticia viene dada por la cifra de negocios de las empresas, cuya media se ha desplomado desde que comenzó la pandemia en más del 14%. Así lo indica el último Índice de Cifra de Negocios Empresarial (ICNE) publicado el pasado mes de octubre por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
No obstante, de los cuatro sectores analizados, todos presentan tasas mensuales positivas que hace indicar una leve mejoría en este ámbito. Destaca el suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos con un aumento del 8,7%, seguido de Servicios no financieros de mercado (3,3%).
El mapa del emprendimiento español
Si analizamos el perfil emprendedor español del último año, lo primero que nos damos cuenta es que sigue siendo protagonista el sector masculino (hombres de entre 25 y 34 años con formación universitaria) y como dato interesante, encontramos que la mayoría son recurrentes, es decir, que han elegido emprender más de una vez.
En cuanto a las fuentes de financiación de las startups españolas en 2021, un 62% se han financiado principalmente con fondos propios, mientras que el 19% han recurrido a ayudas de confianza (familia, amigos…), el 15% a fondos privados y el 5% a fondos públicos.
Por otro lado, conviene fijarse en los sectores en auge en los que estas empresas se asentaron para comprobar con detenimiento las tendencias empresariales más actuales. Entre todas ellas, destaca el Fintech, que se mantiene como clave en el último año como preferencia para emprender.
Así, las empresas que usan las nuevas tecnologías con el objetivo de ofrecer productos y servicios financieros innovadores han seguido dominando el ecosistema de las startups españolas. Pero no es la única.
El sector agrotech se cuela con fuerza en el ranking como una de las nuevas tecnologías más interesantes. Aplicadas al sector agrario y alimentario son uno de los sectores más destacados, de 2021, impulsado por un periodo de pandemia que ha puesto de relieve la importancia de contar con cadenas de suministro potentes y otras alternativas para cultivar y procesar los alimentos.
Por su parte, el comercio electrónico también sigue creciendo. Algo que no sorprende si nos fijamos en los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que muestra un registro interanual que no para de crecer, alcanzando más de 12 mil millones de euros sólo en el primer trimestre del año.
Otra de las claves en las startups esta siendo la apuesta por la Inteligencia Artificial (IA). Mucho hemos hablado de ella y su progresiva adecuación a las empresas. El pasado año no ha sido sino la constatación de que se trata de una tecnología básica para el futuro de las aplicaciones habituales de cualquier consumidor.
Por último, la preocupación social por la sostenibilidad y el impacto del cambio climático es consecuente también a nuestro tiempo. Representada en la llamada economía circular, no deja de ser una prioridad también para nuestras startups, ya que no dejan de salir nuevas ideas relacionadas con este sector.