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Crece la expectación por la semana laboral de cuatro días

Semana laboral 4 días

Suena a utopía, pero en breve puede hacerse realidad. De momento, el plan piloto de la semana laboral de cuatro días (o de 32 h semanales) está cada vez más cerca para todas aquellas empresas que se han acogido al ensayo que han pactado el Gobierno y Más País, para el que se ha destinado una partida de 10 millones de euros. 

La propuesta alcanza a unas 200 empresas, la mayoría pymes, que financiarán sus costes para que sus trabajadores no dejen de percibir sus salarios de forma íntegra. Aún con todo, la formación liderada por Íñigo Errejón pretende que la reducción de la jornada se extienda a más firmas promoviendo beneficios fiscales.  

Unas bonificaciones que ahorrarían a las empresas entre 1.000 y 1.400 euros por trabajador, con la condición de contratar indefinidamente a empleados en el marco de una reducción colectiva de al menos, un 10% de la jornada laboral sin pérdida de salario. 

El exitoso modelo islandés 

Para los más entusiastas de esta medida, el experimento que ha llevado a cabo Islandia permite ser un reflejo del éxito de esta novedosa implantación laboral en la que se fija el resto de Europa. La reorganización del trabajo en las empresas tras el impacto de la pandemia está acuciando la curiosidad de las plantillas sobre el futuro de nuestro trabajo. 

En este sentido, el país nórdico ha ensayado durante cuatro años la reducción de una jornada semanal al 1% de su población, sin tocar los salarios. El resultado no puede ser más satisfactorio, con empleados igual de productivos y más satisfechos y motivados con su trabajo. 

Además, la reducción del estrés que ha aumentado desde la aparición de la pandemia y la progresiva vuelta a la presencialidad, hace que sea innegable demostrar la validez de estos ensayos que han repercutido favorablemente en la conciliación familiar que permite tener más tiempo libre. 

El problema que se ha detectado en este caso viene desde el lado de los directivos y aquellos profesionales con puestos de mayor responsabilidad, para los que ha resultado más difícil adaptarse a las 35 horas semanales, de cara a que el reparto de tareas es incompatible con la carga de trabajo que tienen. 

Flexibilización y ecologismo 

La experiencia islandesa está llamando a preguntar por la flexibilización en media Europa. Especialmente en países cuyos partidos ecologistas creen que una reducción de horas de trabajo puede ayudar a cumplir con las medidas sostenibles pactadas en la última cumbre del clima. De hecho, según un informe elaborado por la organización ecologista Platform London para el Reino Unido, ha concluido que, de implantarse la jornada laboral de 4 días en el país, las emisiones podrían reducirse en más del 20% de aquí a 2025. 

Por otro lado, y según los expertos, la implantación de este régimen conllevaría riesgos para el conjunto de la economía de cara a emplear mano de obra cualificada en una semana de 32 horas. 

Lo que está claro, es que la influencia de la crisis sanitaria ha impulsado definitivamente este debate, después de la experiencia generalizada del trabajo a distancia que ha convencido a tantas empresas. Entre 3.000 y 6.000 trabajadores españoles ensayarán durante 3 años esta iniciativa. Quién sabe si pioneros de un futuro mejor.