Pasar al contenido principal

La semana laboral de cuatro días, ¿una realidad?

Semana laboral

La propuesta de implantar en nuestro país la semana laboral de cuatro días ha venido sonando desde hace tiempo en diferentes sectores socio-económicos, nunca con un objetivo claro al que agarrarse para pensar que en España este sistema pueda llegar a hacerse realidad, más allá de empresas puntuales que han solventado con éxito su paradigma.

Lo que por el momento ya es una realidad es la iniciativa alcanzada entre el Gobierno de coalición y la formación política Más País, que ha llevado a aprobar el proyecto pionero para ensayar un plan piloto con dos centenares de empresas, que implantarán la semana laboral de 32 horas en sus compañías.

Serán unas 200 empresas, la mayoría PYMES, quienes ensayarán este plan piloto al que se acogerán entre 3.000 y 6.000 trabajadores. Para ello, el Gobierno va a destinar un fondo de 50 millones de euros para compensar los incrementos salariales por hora derivados de la medida a las empresas que voluntariamente se suman al proyecto y que supondrán una media de 250.000 euros destinados a cada una.

Las ayudas se otorgarán vía subvenciones, con cargo a los fondos europeos de recuperación económica, de los que 27.000 millones ya se han adelantado en los Presupuestos para 2021. Una medida diseñada con el objetivo de que al final del proyecto, se pueda comprobar si se han producido aumentos de la productividad y del bienestar de los trabajadores.

¿Está España preparada para esta medida?

Son muchos los expertos y analistas que se han sumado a este debate, en el que la mayoría no dudan en mostrar su escepticismo, alegando que España no está preparada para la implantación de la semana laboral de cuatro días.

Uno de los problemas que se apuntan es el incremento automático de costes laborales que afectaría hasta a un 42% de las empresas.

En este sentido, las empresas del sector servicios no podrían soportar este incremento de costes, debido a la imposibilidad de cubrir ciertos espacios temporales. La hostelería, por ejemplo, profundamente golpeada por la crisis, se vería obligada a contratar personal si la semana laboral se reduce a 32 horas y se quiere mantener prestando el mismo servicio con idéntica jornada.

Por otro lado, la suma en la contratación provocada por la reducción de la semana laboral no es proporcional a las horas de menos que trabajaría el empleado. No se trata, de hecho, de una reforma que se pueda aprobar vía decreto ya que debería ser una decisión adoptada en el seno de la empresa y que nazca de la negociación colectiva.

Sectores que se beneficiarán del “piloto”

Entre los sectores a los que se pretende dirigir este plan, que será de carácter anual, destacan entre otras:

  • Consultoría
  • Ofimática
  • Legal
  • Telemarketing
  • Arquitectura

Telefónica España se suma al plan

La compañía multinacional ha propuesto a sus empleados en España, una prueba piloto de tres meses que comenzará en octubre. La jornada de semana flexible bonificada, servirá pues como una alternativa al sistema en línea que tiene la empresa. Eso sí, con reducción salarial para quienes decidan acogerse.

De esta forma, la adscripción será voluntaria para empleados que prefieran trabajar 32 horas a la semana, ocho horas diarias de lunes a jueves. De la reducción de jornada semanal de 5,5 horas, la empresa propone bonificar una hora, en torno a un 20% de toda la reducción. 

Precisamente, la empresa Software DELSOL, dedicada a la fabricación y comercialización de sistemas informáticos, se convirtió en pionera del país hace más de un año cuando decidió implantar la semana laboral de cuatro días.

Esta compañía jiennense ha hecho un balance positivo de su experiencia dado que sus trabajadores han logrado mantener los objetivos pese a la reducción de horas trabajadas, se ha reducido el absentismo laboral e incluso ha aumentado el orgullo de pertenencia a la empresa, según ellos mismos destacan, aunque a su vez creen que quizá no sirva para todo tipo de compañías.