El PERTE del vehículo eléctrico ha vivido un proceso de cambios a la altura de la normativa en cuestión. Sacudido por los meses de pandemia que obligaron a la industria española a adaptarse en tiempo récord, los fondos europeos posibilitaron la creación de diversos proyectos de la industria de la automoción.
Después de un tiempo en el que no ha habido consenso en el destino de los fondos, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha aprobado la resolución definitiva de la línea de apoyo a la cadena de valor industrial del PERTE VEC, de cara a movilizar los más de 2.000 millones que han quedado sin repartir.
Claves de la nueva línea del PERTE del vehículo eléctrico
Desde el Ministerio aseguran que este no será un nuevo PERTE. El armazón del proyecto se sigue considerando válido para que esté alineado con los requisitos del Plan de Recuperación. Por ello, los cambios que se van a realizar van a hacer desaparecer condicionantes que en su primera edición venían motivados para poner el foco en los grandes fabricantes.
Hay que destacar, eso sí, que durante los meses en los que el proceso ha estado en marcha, las principales factorías españolas han recibido buenas noticias por parte de sus centros de decisión en forma de asignaciones de nuevos modelos eléctricos.
Así, la práctica totalidad de las plantas españolas aparecen como beneficiarias de modelos eléctricos, lo que asegura su viabilidad para los próximos años. Con esta nueva línea de ayudas se busca la agilidad y la sencillez como elementos claves para su concesión.
En este sentido, este periodo en los que no se han desplegado las ayudas pactadas, ha posibilitado la identificación de las dificultades que las empresas del sector auxiliar estaban teniendo para optar a los fondos europeas.
Al contrario de la pobre aportación de las compañías en este proceso, sus necesidades de financiación son importantes ya que necesitan acometer profundas transformaciones para adecuarse a los nuevos requerimientos que demandan los vehículos eléctricos.
El Gobierno ya ha anunciado que, una vez finalizada la primera convocatoria de esta línea de apoyo a la cadena de valor industrial, se abrirá una nueva convocatoria para ofrecer una continuidad en el apoyo que necesita el sector para abordar la electrificación con éxito.
Flexibilidad para la industria auxiliar
Hay que tener en cuenta también que la industria auxiliar vive una situación más compleja, producida por el complicado contexto económico que ha disparado los costes energéticos y de materias primas, así como la escasez de componentes claves.
Así, el diseño de la nueva línea del PERTE VEC busca que estas empresas puedan presentar sus propios proyectos directamente. Algo que resultaba imposible en la primera edición cuando se buscaba cubrir una serie de proyectos tractores.
Por eso, ahora que la electrificación de las plantas está encarrilada y que se ha visto como otros proyectos como las plantas de baterías tienen dificultades para encajar los límites de los fondos Next Generation, las empresas auxiliares van a poder presentar sus proyectos.
Se espera que la nueva línea esté operativa durante el primer trimestre de 2023, por lo que en las próximas semanas el Ministerio de Industria trasladará a los órganos de control de la Comisión Europea los detalles de esta nueva línea.
Este programa de ayudas a proyectos industriales del PERTE VEC se suma a otras líneas que se están ejecutando como el Plan Moves, que hasta el momento ha movilizado 626 millones de euros. En total los recursos públicos comprometidos para ayudar al sector de automoción supera los 2.000 millones de euros.
