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Crece la venta del coche eléctrico en España

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La venta de coches eléctricos nuevos en España ha cerrado el mes de marzo de 2022 con un crecimiento de matriculaciones del 53% respecto al mismo periodo del año anterior. Unos datos que, aunque comparados con la cuota del mercado europeo siguen siendo bajos, mantienen una tendencia al alza en plena crisis de semiconductores y subida de precios en el combustible. 

Y es que, en nuestro país, sólo el 2,76% de las ventas de vehículos son de este tipo, situándose casi a la cola de Europa entre los 15 principales mercados. Para dar impulso a la tendencia, el Gobierno aprobó el Perte del Vehículo Eléctrico, dotado con 4.000 millones de euros procedentes de fondos públicos y que espera atraer inversiones privadas por valor de otros 20.000 millones. 

El problema viene dado por las dudas que aún suscita el adquirir un vehículo 100% eléctrico entre los consumidores, entre las que destaca, el elevado precio del mercado actual, con la mayoría de las opciones por encima de los 30.000 euros. ¿Qué alternativas hay? 

El coche eléctrico de Acciona, por menos de 10.000 euros 

El vehículo eléctrico concentra el 41,5% de la inversión global del sector en nueva movilidad, y en el caso de los fabricantes supone el 70,1%, según el estudio Auto Mobility Trends, elaborado por Metyis y Coche Global. 

Marcas tan reconocidas como Tesla, Nio, Polestar, BMW, Mercedes, VW o Audi llevan tiempo en la carrera por hacerse con un lugar predominante en la carrera del coche eléctrico, en la que también compiten marcas como Volvo Trucks, en el segmento del transporte. 

Pero no son las únicas. Acciona ha entrado de lleno en el negocio de la movilidad sostenible a través de su filial de motos eléctricas Silence, y que ahora diseña un coche eléctrico de dos plazas para el segundo semestre de este año con un precio inferior a 10.000 euros. La empresa española de promoción y gestión de infraestructuras tiene claro que el vehículo eléctrico es un segmento de negocio muy importante. Por ello va a lanzar este biplaza de pequeñas dimensiones, de aspecto similar a un Smart, enfocado a la ciudad y que tendrá una autonomía por encima de los 100 kilómetros y una velocidad máxima de 100 km/h. Una opción más que interesante para todos aquellos dispuestos a iniciarse en la movilidad enchufable. 

El problema de la recarga  

Pero no es el precio la única variante que echa atrás a los consumidores más indecisos. El problema de la recarga de las baterías supone una de las principales objeciones de los usuarios europeos a la hora de decantarse por un coche eléctrico, bien porque no hay suficientes puntos de carga o porque que les preocupe la autonomía de la batería. Todo ello unido al dilema medioambiental que puede suponer su incorrecto reciclaje. 

En España, actualmente hay cerca de 10.000 puntos de recarga y el objetivo es alcanzar alrededor de 100.000 para 2023. Toda una paradoja cuando el número de coches eléctricos va creciendo de forma paulatina en nuestras carreteras. 

De hecho, el número de vehículos eléctricos en la carretera por punto de carga pública a nivel mundial aumentó a 9,2 a finales de 2021, una subida sustancial si la comparamos con los 7,4 de 2020. Lo que aún está aún por ver es si cada país acaba teniendo una combinación diferente de carga doméstica, pública o profesional, así como diferentes distribuciones de potencia.  

En este sentido, las baterías suponen la base en la que se van a sustentar tanto los vehículos como sus fabricantes, cuya presencia va a ser imprescindible tener cerca para asegurar la viabilidad futura de su mercado.  

Pero por encima de todo, el problema más acuciante en la actualidad es el del encarecimiento de los precios en las materias primas para fabricar las baterías. Tanto el níquel, el litio y el cobalto son metales necesarios para su producción y su precio se ha multiplicado por cinco desde hace un año. Como es lógico, la guerra en Ucrania no ha ayudado mucho. 

La previsión de futuro, no obstante, mantiene su esperanza apoyada en el refuerzo de las legislaciones y las millonarias inversiones que se están desarrollando en el sector, que, junto a las ayudas a la compra de estos vehículos mantiene intacta su visión optimista hacia un horizonte irremediable.