El conocido hasta ahora como Estatuto del Becario promete un texto legal que ampare a los trabajadores en prácticas de los abusos que muchas empresas hacen de este colectivo.
Con el acuerdo de los Sindicatos (la CEOE se ha descolgado de la negociación) el Ministerio Trabajo prepara la norma con algunas novedades importantes, como que los becarios no puedan exceder el 20% de la plantilla, ni pagar por su formación en la empresa, entre otras medidas.
Nuevos derechos para los becarios
El Ministerio de Trabajo anunció en abril de este año que el Estatuto del Becario sería un nuevo ‘catálogo de derechos’ para los estudiantes en formación práctica, con la intención de acabar con el trabajo gratis y precario de todos los becarios en España.
La regulación que está a punto de aprobarse reconoce nuevos derechos a estos estudiantes que tienen que ver con los gastos derivados de su formación, el transporte, la manutención, el alojamiento o el derecho a las vacaciones.
También se imponen límites para evitar el abuso de esta figura, ejemplarizado en el máximo del que hablamos, de un 20% de becarios sobre el total de las plantillas. Una medida con la que el Gobierno quiere impedir que las empresas utilicen a los jóvenes para sustituir trabajo remunerado de sus profesionales.
Las prácticas pueden ser con una beca o remuneradas por la empresa. Por ello, el texto legal recogerá el derecho a la compensación de gastos, de todos aquellos en los que el becario incurra como consecuencia de su actividad.
En el texto no se recoge la obligación de una remuneración mínima, como se barajó durante las negociaciones a propuesta de los sindicatos, ya que se considera que los becarios no realizan un trabajo sino una formación, una cuestión central en la nueva norma.
El Instituto de la Juventud (INJUVE), incide con las declaraciones a este medio de su directora, María Teresa Pérez, en que el respeto de los derechos laborales “es una cuestión innegociable e imprescindible para que España sea una democracia de calidad y un país avanzado”.
También se recoge el derecho a vacaciones, algo que hasta ahora no se garantiza. Las prácticas, por ende, deberán respetar los límites y descansos fijados en las normas legales y convenios colectivos.
Por último, se recoge expresamente que las prácticas deberán garantizar su compatibilidad con el resto de las actividades formativas del estudiante, como exámenes o clases, así como el derecho a ausentarse pasa asistir al médico y la “interrupción temporal” de las prácticas en caso de enfermedad o por “responsabilidades de cuidado”.
En este sentido, desde el INJUVE, valoran incorporar el objetivo de dignificar la condición de los becarios que “durante demasiados años han sido utilizadas como mano de obra barata en el mercado laboral”.
Los empresarios se descuelgan del acuerdo
Las negociaciones vienen de lejos y ya se han cobrado una pieza sensible. Y es que, por el momento, la CEOE ha rechazado el acuerdo al no estar conformes con las restricciones que ha introducido el Gobierno en la regulación.
Unas restricciones que, según la patronal, restan flexibilidad al texto legal, pese a la bonificación comprometida por el Ejecutivo de un 95% de la cotización empresarial a la Seguridad Social por cada empleado en prácticas, tras la presión de las universidades para reducir el coste a centros de estudios y empresas.
Aún con todo, el acuerdo para su aprobación definitiva está prácticamente cerrado por lo que los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT), ya han sometido el borrador a consulta de sus órganos internos.
