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Sociedades SBIC o el propósito de una nueva economía

Sociedades SBIC

Las nuevas Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC) vienen reconocidas legalmente desde hace poco, gracias a la Ley de creación y crecimiento de empresas publicada en el BOE a finales de septiembre. 

Se trata de una nueva figura empresarial que aún está pendiente de su desarrollo reglamentario y en la que se valorará el compromiso y el impacto positivo de las sociedades de capital en materia medioambiental, social y de gobernanza. 

Criterios y metodología 

La validación de esta nueva figura, que incluirá una verificación del desempeño de la sociedad, (quedando sujetos tanto los criterios como la metodología a estándares de máxima exigencia), está definida como aquella sociedad de capital que, voluntariamente, decide recoger en sus estatutos los siguientes puntos: 

  • Compromiso con la generación explícita de impacto positivo a nivel social y medioambiental a través de su actividad. 
  • Sometimiento a mayores niveles de transparencia y rendición de cuentas en el desempeño de los mencionados objetivos sociales y medioambientales. 
  • Toma en consideración de los grupos de interés relevantes en sus decisiones. 

Recordemos que, con la entrada en vigor de la Ley ‘Crea y Crece’, se quiere responder a las recomendaciones realizadas por los diferentes organismos internacionales, mejorar el clima de negocios y aumentar del tamaño y la productividad de las empresas en España. 

El caso es que, el reconocimiento de la figura de las sociedades de beneficio e interés común (SBIC) está pasando inadvertida y con los últimos desafíos asociados a cumplir con los criterios ESG, este tipo de empresas está dispuesta a utilizar recursos privados para alcanzar el triple impacto: económico, social y ambiental. 

En este sentido, deberán contar con herramientas que midan y evalúen ese impacto, así como ser transparentes mediante una certificación externa independiente y pública, para lo que será necesaria la aplicación de criterios de proporcionalidad de acuerdo con el tamaño y sector de la empresa. 

¿Qué recorrido tienen las empresas SBIC? 

Como decimos, la efectividad de este tipo de sociedades está sujeta al desarrollo normativo de su reglamento, previsto para los próximos meses. No obstante, su mera introducción en el ordenamiento jurídico ya supone un gran logro por parte de empresas y organizaciones que buscan generar un impacto positivo en la sociedad. 

Si atendemos al Barómetro del Propósito Empresarial en España, realizado en 2021 por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Transcendent, tres de cada cuatro directivos perciben el propósito como un elemento que impacta en la operativa de la empresa y que contribuye a mejorar la rentabilidad de la compañía. 

Para intentar definirlas en base a la clasificación de sociedades mercantiles que existen en nuestra legislación, podemos avanzar que estas están sometidas a la aplicación de la Ley de Sociedades de Capital, sin que quepan otras figuras jurídicas.  

Además, se someten a este régimen de manera voluntaria, debiendo recoger en sus estatutos y, en concreto en su objeto social, los compromisos antes mencionados, incorporando controles que garanticen el equilibrio entre el beneficio económico y los objetivos sociales y/o ambientales. 

Hay que destacar, que esta iniciativa legislativa ha sido promovida por el movimiento BCorp, donde ya hay más de 5.500 empresas en 77 países. En España, el 70% de las compañías que forman parte del movimiento son pequeñas empresas, pero también hay grandes que han realizado ese proceso de transformación. 

Y es que este proceso de transformación hacia una nueva economía dependía hasta ahora de la creación de fundaciones o asociaciones con aspiraciones sociales simultáneas a la empresa, lo que da lugar a dificultades fiscales que este modelo puede solucionar.