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¿Solucionará el nuevo reglamento de extranjería la falta de mano de obra?

Mano de obra extranjería

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha sacado adelante la reforma del Reglamento de la Extranjería, que facilitará la incorporación de miles de extranjeros al mercado laboral. 

El BOE ya ha publicado una reforma que trae importantes novedades relativas a estudiantes, arraigo familiar, laboral, social y para la formación, renovaciones, reagrupación familiar, autorizaciones de trabajo por cuenta propia y contrataciones en origen, además de la creación de la Unidad de Tramitación de Expedientes de Extranjería. 

Arraigo por formación 

El Real Decreto 629/2022, de 26 de julio por el que se modifica la ley de Extranjería, tiene el objetivo de “hacer frente de forma ágil a los crecientes desajustes del mercado de trabajo español asociados a la escasez de mano de obra desde el ámbito migratorio, así como dar respuesta a situaciones preexistentes no resueltas con la actual normativa reglamentaria, desde la plena salvaguarda de las condiciones laborales”. 

Y es que, los últimos datos oficiales cifran en 109.056 las vacantes que el mercado de trabajo no lograr cubrir en nuestro país, un fenómeno que no es muy normal para un país con más de tres millones de parados y con la tasa de desempleo más alta de Europa (13,65%). 

Según destaca el propio reglamento de extranjería, el modelo migratorio español “no solo carece de agilidad en la capacidad de dar respuesta a los retos del mercado laboral, sino que incluye importantes ineficiencias y genera el desarrollo de prácticas de economía informal que tienen elevados costes humanos, económicos, sociales y de gestión”. 

Esta es la principal acción que afecta a los trabajadores ilegales, ya que el Gobierno va a impulsar con esta reforma, una medida que permitirá regularizar a miles de inmigrantes e integrarlos de manera legal en el mercado laboral. 

Se trata de la figura del arraigo por formación, mediante la cual una persona extranjera que lleve dos años viviendo en España sin papeles podrá obtener la residencia si se forma en algún sector económico necesitado de mano de obra en nuestro país. 

Una vez completada esa formación, si esta persona consigue un contrato laboral, se le facilitará el permiso de trabajo. Algo que, desde el Gobierno, consideran necesario a la vista del envejecimiento de la población española y para evitar que los extranjeros caigan en la economía sumergida por la rigidez del sistema burocrático. 

Una medida en sintonía con la propuesta reciente de la Comisión Europea (CE), que quiere llevar a cabo una estrategia con el fin de agilizar la contratación de mano de obra cualificada de terceros países en el marco de la Unión Europea.  

La iniciativa pretende facilitar la llegada de profesionales en sectores demandados de cara a agilizar los trámites y rebajar los costes que asuman las empresas a la hora de contratar. Para ello, se deberá transformar el marco legislativo referente a los permisos de trabajo y residencia, justo lo que ahora está haciendo España. 

Plan de choque para reforzar las Oficinas de Extranjería

Además, el Ministerio de Política Territorial ha reforzado las Oficinas de Extranjería con 295 empleados públicos más para agilizar la tramitación de expedientes y reducir el número de autorizaciones en trámite y los tiempos de resolución.

Las Oficinas de Extranjería recibieron en el año 2021 más de 860.000 solicitudes de autorizaciones, alcanzando el récord en la serie histórica de los últimos 10 años. Esta cifra supone un incremento del 28% respecto a 2020 y del 11% respecto a 2019.

El objetivo del Gobierno no es otro que hacer frente a los retos a los que estas oficinas se enfrentan como consecuencia del aumento de solicitudes de autorización de residencia y trabajo de los últimos años y que únicamente quedó interrumpida en los meses más duros de la pandemia.

Se calcula que el personal que se incorpora permitirá reducir aproximadamente 190.000 expedientes pendientes de resolución, concluir la regularización de los ciudadanos británicos tras el Brexit y hacer frente a la tendencia al alza de las solicitudes presentadas por ciudadanos de otras nacionalidades.