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Europa, hacia un proteccionismo tecnológico inevitable

Proteccionismo tecnológico países

2023 está llamado a ser el año del proteccionismo tecnológico, entendido el concepto como la acción de política económica intervencionista aplicada por un país o un grupo de estados para proteger y favorecer a sus productores nacionales frente a la competencia extranjera. 

Y es que la carrera tecnológica, argumentada desde la falta de microchips y la guerra de subsidios de los países más desarrollados está provocando cada vez más desigualdad y una mayor dificultad contra los desafíos comunes. 

Reducir la dependencia tecnológica como objetivo prioritario 

El tiempo no da tregua y lo que parecía un problema puntual producido por la crisis sanitaria y la escasez de productos derivados de ella, ha dado pie a un conflicto más coyuntural en la industria tecnológica. 

Porque casi tres años después del inicio de la pandemia y uno de la guerra en Ucrania, Europa sigue teniendo problemas de abastecimiento de algunos metales raros, lo que unido a la tensión entre China y EE. UU. como principales productores supedita el futuro a cualquier disrupción que amenace con paralizar sectores tan importantes como el automóvil. 

Por todo ello, el centro de la agenda tecnológica en 2023 será reducir la dependencia de Occidente hacia terceros países en favor de la deslocalización industrial. Garantizar que el talento y los materiales estén cerca será clave, igual que controlar las instituciones internacionales para gobernar la tecnología.  

En base a ello, la Comisión Europea ya ha presentado varias propuestas que permitan canalizar ayudas públicas para financiar la instalación de centros de producción de microchips en los países de la UE, ante los problemas de suministro sufridos por el mercado comunitario. 

Recordemos que 2023 es el Año Europeo de las Capacidades para la Comisión Europea y de momento, ha comenzado con el compromiso alcanzado con EE. UU. para gobernar el panorama tecnológico internacional a través del Consejo de Comercio y Tecnología.  

La importancia de los microchips en el mundo 

La lucha por el control tecnológico de los microchips ha dejado en ventaja a Estados Unidos frente a China en los últimos meses, después de una serie de restrictivos controles que buscan limitar la capacidad de Beijing para comprar y producir chips y así retrasar su progreso tecnológico y militar. 

El país asiático ha experimentado un duro golpe tras la cancelación de millonarios contratos entre empresas estadounidenses y chinas que lo han dejado, por ahora, sin posibilidad de seguir desarrollándose, como ha sido el caso de Apple

Y es que, en la actualidad, los chips semiconductores son fundamentales en la mayoría de los dispositivos electrónicos utilizados para la fabricación de ordenadores, móviles, coches o todo tipo de electrodomésticos, entre otros. 

Por ello, la escasez de este componente ha desatado el aumento de los precios de decenas de productos desde que en la pandemia empezaran a disminuir su producción, lo que provocó varias crisis en la industria eléctrica a nivel mundial. 

Aunque poco a poco se ha ido reanudando la fabricación de semiconductores, las restricciones impuestas por EE. UU. a China (una medida a la que también se sumó Japón y Países Bajos) podría hacer que los precios aumenten de nuevo. De ahí la importancia del auto suministro.