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El PERTE de Economía Circular impulsará la sostenibilidad

PERTE de Economía Circular

Los beneficios de invertir en una economía sostenible están fuera de toda duda desde hace tiempo. Sobre todo, si la comparamos con un modelo lineal en que la vida útil de los productos tiene una fecha de caducidad sin vuelta de hoja, al contrario de las posibilidades y los recursos que ofrece el poder mantenerlos durante el mayor tiempo posible. 

La economía circular busca precisamente eso, acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de las materias primas. Un nuevo paradigma de producción y consumo en el que se optimizan los recursos y se minimizan los residuos generados. ¿Qué va a suponer para las empresas? 

1.200 millones de ayudas hasta 2026 

El PERTE de economía circular aprobado en marzo extiende este enfoque a todos los sectores productivos, así como al consumo y la gestión de los residuos. Las inversiones previstas incluyen ayudas por valor de 492 millones de euros y se espera movilizar recursos superiores a los 1.200 millones hasta el año 2026. 

Por ello, esto no supone ningún riesgo a la competitividad de las compañías que se transformen para sumarse al modelo circular, ya que se trata de mejorar la eficiencia de la organización y con ello, volverse más atractivas para unos consumidores e inversores cada vez más preocupados por el impacto medioambiental. 

En este sentido, la mayor parte de las subvenciones de este Perte se destinarán a sectores que abordan retos de sostenibilidad (como el textil, el del plástico y el de los bienes de equipo para las energías renovables) en unas ayudas que también impulsarán el ecodiseño, la reutilización y gestión de residuos y la digitalización de las empresas. 

No obstante, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico consideran que la transición hacia un sistema de economía circular podría generar en nuestro país unos 700.000 puestos de trabajo, además de impulsar un sistema enfocado hacia la autosuficiencia y la reducción de la dependencia de recursos inexistentes en España. 

Un ejemplo muy práctico es la opción de la energías renovables, incansablemente repetido desde la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) ahora que tanto se habla de la dependencia del gas en Europa y los beneficios que puede tener su modificación para los consumidores.  

El concepto integrado de los Perte con la economía circular 

La economía europea se encuentra en un momento delicado. No es para nadie un misterio comprobar cómo ha afectado la pandemia a un sistema burocrático que ha vuelto a verse alterado por el conflicto de la guerra en Ucrania. 

A ello se une la realidad intrínseca del cambio climático y las evidencias que demuestran que la actividad humana está alterando los ciclos del planeta. Lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de tomar las riendas y realizar cambios efectivos a nivel global. 

Por ello, la idea del nuevo PERTE de economía circular tiene mucho que ver con lo que buscan estos proyectos estratégicos desde el momento en que se concibieron: transformación y recuperación. De cara a alterar las bases del sistema económico para seguir creciendo. 

Un modelo cuyos planes pasan por la optimización de recursos de cara a extraer el mayor uso posible a cada elemento. Como consecuencia de esta apuesta, las materias primas necesarias para hacerlo posible se reducen y la economía del país mejora su calidad e independencia. 

Además, también se desarrollarán puestos de trabajo relacionados con este carácter circular, ya que la industria del país se convierte en solvente y autosuficiente. Una economía local que gira como una rueda, estimulando la creación de nuevas industrias y puestos de trabajo y apostando por la conservación medioambiental a medio y largo plazo. Una previsión tan optimista que solo es posible si dejamos de imaginarla.