Ante la imposibilidad de hacer contratos temporales para satisfacer necesidades más provisionales, la mayoría de las empresas no han tenido otra que recurrir a la contratación indefinida para ajustar las plantillas a sus requerimientos.
El caso es que los datos que refleja el Régimen General de la Seguridad Social ahora que el verano va quedando atrás, muestran la adaptación de las compañías para encontrar fórmulas con las que seguir dando de baja a los trabajadores una vez terminan las eventualidades.
Los contratos indefinidos se disparan, los despidos también
Puede parecer un dato alarmante que se entiende mejor bajo la prudencia del cambio generado por la reforma laboral, con un repunte de modalidades indefinidas que suponen ya el 40% de los nuevos contratos de trabajo.
El caso es que la reforma laboral no solo ha cambiado la manera de emplear, sino también la de despedir. Los datos de agosto de la SS evidencian una tendencia clara, se está recurriendo a la contratación indefinida, pero días antes de que se acabe el periodo de prueba, muchas empresas prescinden del trabajador.
Así, se multiplica por 9 el número de personas que causan baja por no superar el periodo de prueba desde que se aprobó la reforma laboral. Esto es porque esta práctica representa una alternativa que permite despedir sin indemnización tras un periodo de varios meses trabajando (6 meses si es puesto cualificado).
Las cifras son claras: tras la reforma existe un incremento histórico para los indefinidos puesto que se han disparado un 587% desde los niveles de agosto de 2019. Y eso que en este mes también han dado un respiro y han retrocedido un 26% respecto a julio.
¿Qué pueden hacer las empresas para contratar por cortos periodos de tiempo?
Unos datos que pueden pasar desapercibidos viendo lo que ocurre con los despidos, propiamente dichos. Estos ocupan un lugar reducido entre las bajas registradas cada mes, poco más de un 4%, aunque esto se explica porque la principal causa para dejar un empleo está ligada su carácter eventual.
El caso es que no se trata de un fraude. Es perfectamente legal que empresas que necesitan personal acaben por contratar a personal con carácter indefinido y pasado dicho periodo de prueba acaben despidiendo al empleado.
El problema para estas compañías es que no van a poder contratar de nuevo a la misma persona en caso de necesitarla. En este sentido, el efecto rebote para los trabajadores es que al final pueden acabar encadenando contratos indefinidos sin lograr la estabilidad que supuestamente ofrece este tipo de contrato.
Sin embargo, estos meses de periodo de prueba vienen fijados en la mayoría de los convenios y ya se permiten a las empresas contratar empleados por cortos periodos de tiempo, aunque su intención no sea mantenerlos en plantilla. Por ejemplo, para realizar campañas de verano.
Algo que, por otra parte, es una de las excepciones que están permitidas a la hora de utilizar un contrato temporal. Lo que está claro es que, si este tipo de prácticas persisten en el tiempo, la regulación de la normativa para justificar las causas de despido va a ser más que necesaria.
