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Gestión de la incapacidad temporal: la cuestión de la baja médica

Incapacidad temporal baja médica

Hace una semana se publicaba en el BOE el Real Decreto 1060/2022, de 27 de diciembre, por el que se modifica otro RDL del pasado mes de julio en el que se regulan determinados aspectos de la gestión y control de los procesos por incapacidad temporal en los primeros 365 de su duración.  

Ahora, se acaba de publicar una Orden con la modificación de los modelos de partes de baja y alta por enfermedad. En concreto, se establecen los nuevos Anexos que sustituirán a partir del 1 de abril a los que están ahora vigentes.

La norma prescinde, como principal novedad, de la entrega al trabajador de la copia en papel del parte médico y de la obligación de presentación de este a la empresa por parte del empleado. Pero esta no es la única medida reseñable. 

Duración de las bajas y revisiones más periódicas 

Dentro de las modificaciones en la gestión y control la incapacidad temporal, el RDL precisa también que, en los procesos de IT, los facultativos del Servicio Público de Salud, de la empresa colaboradora o de la mutua “podrán fijar plazos de revisión médica inferiores a los señalados en el Real Decreto, en función de la evolución del proceso”.  

Con ello se trata de “evitar dudas interpretativas propiciadas por la redacción actual de la norma”, añaden desde la Seguridad Social. Y es que, según las últimas cifras correspondientes a 2021 de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) (encargadas de gestionar el 100% de las bajas por accidente laboral), la incidencia media de este tipo de bajas afecta a alrededor de 25 trabajadores por cada 1.000 empleados protegidos entre los asalariados; y solo a 8,7 autónomos. 

Estas cifras, que fueron revisadas el pasado año, también indican que la duración media de una baja médica varía depende de quien la gestione, si bien no hay grandes fluctuaciones. En el caso de los asalariados, las ausencias al trabajo certificadas con una de estas bajas duraron 45,9 días en 2021 si las gestionaba una mutua de la Seguridad Social y 49 días si eran directamente el sistema de Seguridad Social. 

En el caso de los trabajadores autónomos las bajas laborales duran más del doble que en los asalariados. En concreto, 115 días, gestionados por las mutuas, cuya duración se multiplica por tres, hasta los 300 días de media en el caso de las bajas de autónomos que gestiona el INSS, que son aquellas que ya han pasado un tribunal médico tras cumplirse un año de baja. 

Eso sí, lo que no cambia es que la emisión de los partes de baja y de alta por enfermedad común siguen corriendo en exclusiva a cargo de los médicos de los servicios regionales de salud (médicos de cabecera de cada comunidad autónoma), pese a los constantes intentos de las mutuas de que se faculte para ello a sus médicos.  

Una medida que nunca termina de tomarse pese a que el gasto en IT supone uno de los más elevados. De hecho, se calcula que este año supondrá un desembolso ya cercano a los 12.000 millones de euros. Además, representa el 6,14% del gasto de la Seguridad Social y es la segunda partida presupuestaria más abultada del sistema tras el pago de pensiones. 

Menos bajas profesionales por salud 

Las bajas laborales por enfermedad común registradas entre enero y agosto de 2022 acumularon 170 millones de días de baja, equivalentes a la jornada anual de 709.000 trabajadores asalariados, el 4% del total de afiliados al régimen general de la Seguridad Social, de acuerdo con un informe de la mutua Asepeyo que recoge los últimos datos oficiales disponibles. 

Su Observatorio, que elabora este informe a partir de datos propios y de la Seguridad Social, destaca que en el período analizado se iniciaron casi 4,4 millones de bajas con una duración media de 38,74 días. 

Esta cifra da una media de 548.845 bajas iniciadas cada mes, lo que supone un crecimiento de casi el 30% de la tasa interanual, que corresponde a la mejora económica producida después de la pandemia. 

Para poder comparar, Randstad Research destaca en su estudio de 2021 que más de un millón de personas no acudían a su puesto de trabajo de media cada día, de los cuales, el 76% se ausentaba por una incapacidad temporal