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La facilidad de crear criptomonedas aumenta el riesgo de fraude

Crear criptomonedas

¿Sabías que en 2 minutos se puede crear una criptomoneda? Desde luego, no es un dato que ayude a incrementar la confianza en este tipo de activos, cuya volatilidad y fiabilidad son continuamente puestas en duda. 

Aún con todo, su interés por parte de muchos profesionales e inversores internacionales es creciente y por ello nos preguntamos si el hecho de poder crearlas tan fácilmente puede aumentar el riesgo de fraude. 

Desde Bitcoin, Ethereum, Ripple o Dogecoin, como las más conocidas, en el mercado, la realidad es que nos podemos encontrar con miles de criptomonedas creadas con un mismo fin; una fiebre especulativa que no para de aumentar. 

¿Cómo se crea una criptomoneda? 

Como decimos, no es para nada complicado crear un criptoactivo con ciertas características. Siempre y cuando se cuente con la tecnología adecuada y un mínimo de conocimiento experimental. 

En un par de minutos, y desde cualquier ordenador, ya es posible generar una, y en unos pocos más, se puede colocar en cualquier mercado descentralizado a través de múltiples aplicaciones. ¿Lo más complicado? Distribuirla y dotarla de valor. 

Para empezar, hay que crear la criptomoneda, a partir de una app. como Token Mint, creadas para este propósito. Un token es una unidad de valor emitida por una entidad privada, que a su vez necesita de una moneda virtual como Ethereum, por ejemplo, para su desarrollo. 

Lo siguiente que hay que hacer es cumplimentar una serie de parámetros y pagar una comisión a la plataforma que gestiona el proceso. Es en ese momento cuando se dispondrá de una dirección de autenticidad de la recién creada criptodivisa y partir de ahí, ya sería posible comerciar con ella. 

Una vez hecho lo más fácil hay que distribuir la criptomoneda, que se puede hacer desde diferentes opciones, como puede ser crear una plataforma de pagos en la que los clientes compraran ese token con euros u otra criptomoneda o, por otro lado, enviar los tokens creados a una casa de cambio para distribuirlos al mercado generalista. 

Si logramos completar este paso, ya sólo nos quedaría dotar de valor a la criptomoneda, para lo cual debemos tener claro qué utilidad tiene en el ecosistema en el que ha sido creada. De ello dependerá el precio que le asigne el mercado y su justificación.  

Ni que decir tiene, que se trata de un proceso al alcance de cualquiera y que, por ello mismo, está creando una alerta en las autoridades que ha llevado al Banco de España y la CNMV a advertir públicamente a los ahorradores del riesgo de invertir en criptomonedas debido a su alta volatilidad. 

Tras más de un año de pandemia, este activo se ha convertido para muchos en otra manera de intentar lograr una subida de ingresos; al igual que está ocurriendo con el llamado arte digital o NFTs en 2021 que junto a las criptomonedas, llevan tiempo copando titulares en todo el mundo. Las consecuencias siguen siendo impredecibles.