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Claves de la jornada intensiva: ¿cómo se gestiona?

Jornada intensiva

Con la llegada del verano, muchas empresas deciden establecer la jornada intensiva o continua, que favorece la conciliación profesional y familiar y favorece la productividad, al condensar la jornada laboral en menos horas. 

Además, la ola de calor que hemos sufrido en junio y que, debido al cambio climático, seguiremos sufriendo, ha provocado que algunas empresas que ya tenían instaurada la jornada intensiva para sus trabajadores/as la hayan adelantado, evitando trabajar en las horas de más calor.  

Esta modalidad de trabajo flexible está en sintonía con la futura Ley de Usos del Tiempo que se está diseñando desde el Ministerio de Trabajo, en aras de promover una cultura empresarial basada en la productividad vs presentismo. 

A continuación, te contamos qué es, diferencia con otro tipo de jornadas y los beneficios que reporta tanto para la empresa como para la persona trabajadora.  

¿Qué es la jornada intensiva y cómo se regula? 

También llamada jornada continua, se trata de una jornada laboral diaria que realiza un empleado de forma ininterrumpida, sin pausa (a excepción de los 15 minutos de descanso obligatorios por ley para jornadas superiores a 6 horas seguidas).  

En España, la duración de la jornada intensiva abarca el siguiente horario: 8 a 15 h. o de 8:30 a 15:30 h. durante el verano, y en el resto del año de 8 a 16 h. En pleno periodo estival, la jornada intensiva puede extenderse desde el 1 junio hasta el 30 de septiembre.  

Aunque no existe una obligación legal al respecto – el art. 34 del Estatuto de los Trabajadores no hace mención expresa a esta modalidad- su regulación se establece vía convenio colectivo y, en su defecto, por la política interna de cada empresa.  

Eso sí, aun no siendo obligatoria, la jornada continua no exime a la empresa del registro de estos tiempos de trabajo. Por ello, es recomendable mantener el sistema de gestión del tiempo automatizado en base al registro de jornada laboral reglamentario. 

En este sentido, no importa que en verano se trabaje menos tiempo, siempre y cuando el cómputo anual de horas trabajadas se ajuste a lo estipulado en la jornada laboral. En caso de no llegar al tiempo establecido en el global, hay empresas que lo aplican como beneficio social para el empleado. 

jornada intensiva infojobs

Ventajas de la jornada intensiva 

Se establezca en verano o durante todo el año, la jornada intensiva es considerada por muchos expertos en materia laboral como la mejor estrategia para incrementar la productividad y mejorar la calidad de vida de los empleados. 

Son numerosos los beneficios que acompañan a este modelo de trabajo, independientemente de la flexibilidad que también es muy importante: 

Conciliación – Como decimos, la jornada intensiva sirve para flexibilizar nuestro tiempo útil al máximo y aprovechar las tardes con la dedicación más personal, ya sea con la familia o al ocio de uno mismo, sobre todo en verano. 

Según la última encuesta a la población ocupada publicada por Infojobs, el 38% considera la jornada continua como la segunda medida más útil a la hora de conciliar. En lo que se refiere a las compañías, supone para el 42% la opción más implantada.  

Ahorro – Establecer jornadas intensivas supone un ahorro importante tanto para la empresa como para los empleados, que repercute en un menor tiempo gastado en desplazamientos, electricidad…etc. 

Una ventaja que incide directamente en el ahorro de recursos y energía, tan importante en la actualidad para contribuir a la demanda generalizada en la lucha contra el cambio climático. Y es que, en verano, el medio ambiente suele ponernos en jaque para evaluar nuestra sostenibilidad.  

Reducción del absentismo laboral - Más tiempo libre = más descanso. Una fórmula infalible para sumar puntos a la salud laboral de los empleados y, por ende, cubrir otros aspectos relacionados con gestiones o citas externas que coincidan con la jornada de trabajo. 

Employer branding – Último a destacar, pero no por ello menos importante, ya que la imagen que perciben los clientes de una empresa es fundamental. Pero de igual manera, la percepción interna resulta clave en los últimos tiempos de cara a atraer y retener talento con unas condiciones lo más flexibles posibles. 

¿Pueden los autónomos tener jornada intensiva? 

Una cuestión recurrente que, en la mayoría de los casos se responde sola. Y es que, si preguntamos a cualquier trabajador por cuenta propia, la respuesta deriva entre la utopía que supone para este colectivo este tipo de jornadas y la dificultad para disfrutarla. 

Porque existe la duda de si es siquiera apta para según que responsabilidades. En el mejor de los casos, los autónomos cuyos clientes también apliquen la jornada de verano y no puedan trabajar por la tarde, suelen dedicar este tiempo para otros menesteres del propio negocio. 

No obstante, en verano siempre se suele notar un descenso propio de la actividad por causa vacacional, pero nunca tan evidente como para que los autónomos se apliquen a ellos mismos una jornada intensiva. 

Otra solución en estos tiempos de asueto la encontramos en el teletrabajo, siempre y cuando tu trabajo te permita la conexión en remoto y poder tener esa flexibilidad horaria que cada uno pueda ajustar a su antojo para disfrutar mejor los meses más cálidos del año.