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¿Qué supone el traslado de las empresas?

Traslado empresas desplazamiento

A la hora de trasladar a trabajadores o desplazar a los profesionales de su centro de trabajo habitual, tanto la apertura de los mercados como las necesidades productivas de la empresa suelen ser el factor denominador de una decisión que ya no resulta tan puntual.

Además, el trasvase de empresas entre comunidades autónomas es el termómetro más fiable del clima de negocios que perciben los inversores; entendida la estabilidad institucional, la presión tributaria y la certidumbre regulatoria como los principales factores que determinan los traslados de sedes corporativas.

Causas y procedimientos

Para entender que supone el traslado de una empresa de lugar a nivel físico y corporativo, debemos tener clara la definición de centro de trabajo como “la unidad productiva con organización específica, que sea dada de alta como tal ante la autoridad laboral”.

En este sentido, es importante diferenciar entre el centro de trabajo y el lugar de trabajo, ya que el primero siempre está dotado de una organización específica o autónoma dentro de la organización específica de la empresa.

Por su parte, el lugar de trabajo puede carecer de aquella especificidad organizativa propia dentro del proyecto productivo de la empresa. Un ejemplo sería la recepción de un hotel o la sección de perfumería de unos grandes almacenes.

Asimismo, el Estatuto de los Trabajadores distingue entre traslados y desplazamientos, ya que un traslado es aquel en el que el cambio de residencia se prevé como definitivo o al menos de suficiente duración como para aconsejar el cambio de domicilio de los profesionales.

Por último, el traslado puede ser calificado como colectivo o individual, según el número de trabajadores afectados, el de trabajadores ocupados en la empresa o el tramo temporal en que se prolongue el traslado.

Así, el empresario puede decidir directamente el traslado de sus trabajadores, sin necesidad de autorización y sólo ateniéndose a un determinado procedimiento que varia según el traslado sea individual o colectivo, ya que este último debe ir precedido de un periodo de consultas con los sindicatos.

Conviene señalar que, si el desplazamiento no implica cambio de residencia porque la distancia no es significativa, no entra dentro del supuesto de movilidad geográfica, acogiéndose a la potestad organizativa.

Traslados entre CCAA

Aunque el ritmo de traslados de sedes corporativas es muy inferior al cénit que se registró tras el frustrado golpe separatista en octubre de 2017, la pérdida de tejido productivo no se ha detenido ni mucho menos revertido.

Por ilustrar más este ejemplo, según el diario Expansión, desde el año 2012 un total de 6.300 compañías han dejado Cataluña, siendo sus destinos principales la Comunidad Valenciana debido a su cercanía y, sobre todo, Madrid.

Por el contrario, la política de rebajas fiscales, liberalización económica y recorte de la burocracia del Ejecutivo vigente en la Comunidad de Madrid ha convertido a esta en el principal polo de atracción de empresas, tanto llegadas de otras regiones como desde el extranjero.

Un éxito que también están cosechando los gobiernos autonómicos que aplican similares recetas económicas, como es el caso de Andalucía, que suma ya varios ejercicios como receptora neta de empresas que se mudan de otras regiones, principalmente Madrid y Cataluña.