El devenir financiero de un país siempre está expuesto a la realidad económica de su entorno. La realidad en España es que la mitad de las firmas han recuperado ya los niveles de facturación previos a la pandemia y entre las que no lo han logrado, casi un tercio confía en volver a esos ritmos a partir del año que viene o más adelante.
Ahora bien, eso no quita que las empresas prevean que las ventas y el empleo se resientan al inicio de 2023, coincidiendo con la desaceleración que tanto la economía española como europea ya han iniciado, y que se mantendrá en los próximos meses.
Así lo han advertido organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, refrendado por el Banco Central Europeo, según su Encuesta sobre Actividad Empresarial del cuarto y último trimestre del año.
Comportamiento empresarial “menos favorable”
Es exactamente lo que anticipan las empresas encuestadas, referente como decimos al empleo y a las ventas en comparación con los últimos meses de recuperación, debido en gran medida a la contención de la demanda una vez pasen las campañas más comerciales.
Esto supondrá, entre otras cosas, que el empleo pueda evolucionar a la baja por primera vez desde principios del año 2021. Y es que, de acuerdo con la publicación, en torno a la mitad de las empresas han recuperado ya los niveles de facturación previos a la pandemia.
Entre las que no lo han logrado, casi un tercio confía en volver a los ritmos de entonces a partir del año que viene o más adelante, mientras que un 20% afirma que la incertidumbre no les permite precisar la fecha en la que lograrán esa remontada.
Además, el informe apunta que las empresas perciben un cierto alivio de las tensiones inflacionistas, que, no obstante, seguirán siendo elevadas entre enero y marzo. Recordemos que los precios se han moderado en España hasta el 6,8% en el mes de noviembre desde el pico histórico que llegaron a marcar en julio en el 10,8%.
Por otro lado, los incrementos actuales y los previstos para los precios de venta siguen siendo inferiores a los registrados en el coste de los consumos intermedios, lo que, según la encuesta del BDE, continuaría sugiriendo una compresión de los márgenes empresariales.
Con los datos proporcionados por casi 5.600 empresas no financieras, el organismo público concluye que las compañías están experimentando una estabilización de su facturación entre octubre y diciembre, tras el descenso del tercer trimestre, aún con la previsión menos favorables de cara a inicios de año.
La escasez de mano de obra afecta a un tercio de las empresas
Si analizamos la evolución y previsión en materia de empleo, este final de año concuerda con un retroceso desfavorable, aunque se mantiene una mejor evolución, en comparación con la facturación reseñada al inicio de la pandemia.
Como punto de base, un 34% señala que la escasez de mano de obra está afectando negativamente a su actividad, algo por encima del trimestre pasado, con mayores dificultades en la hostelería y en menor medida, en la construcción.
Por sectores, destaca el comportamiento de los servicios de información y comunicaciones, así como la recuperación de la construcción, donde las ventas habían mostrado mayor debilidad en los trimestres anteriores. Por el contrario, se refleja peor evolución de la facturación en agricultura y en la hostelería.
Por último, conviene resaltar que se han detectado menos problemas en las cadenas de suministro, al contrario de lo que ocurría hace un año por estas fechas. Aunque el comercio y la industria mantienen una tendencia a la baja desde el último trimestre, cerca de un 18% de las sociedades consultadas prevén aumentar la inversión de mayor tamaño.
