Pasar al contenido principal

Posibles soluciones al precio de la luz: una mirada al exterior

Empresas eléctricas

La evolución del precio de la energía en los mercados internacionales procura beneficios extraordinarios para las empresas del sector, desde hace mucho tiempo. Es la principal razón que el Gobierno ha declarado para justificar el paquete de medidas que se acaba de aprobar para intentar bajar el desorbitado precio de luz.

Las principales empresas eléctricas del país han tardado apenas unas horas en reaccionar, poniendo en manos de sus equipos jurídicos una batalla legal por intentar paliar la subida de los impuestos energéticos en los consumidores.

Objetivo: 650 millones a los consumidores

La intención principal del Gobierno con estas medidas es que los beneficios extraordinarios de los que hablamos puedan ser redirigidos de las empresas energéticas “que se lo pueden permitir” hacia los consumidores, de cara a detener el alza del precio del gas y reducir el recibo de luz.

El cálculo asciende a unos 650 millones de euros, que influirían directamente en una bajada del 5,1% al 0,5% del impuesto de energía eléctrica. Además, se mantendrá la bajada del IVA y la suspensión del 7% del impuesto de generación eléctrica hasta final de año.

El alza del precio de la luz era uno de los focos de conflicto entre el Ejecutivo central y sus socios de Gobierno en las últimas semanas, donde se ha ido batiendo, día tras día récords en el precio total de los mercados mayoristas.

Una de las soluciones planteadas es la propuesta para crear una empresa pública de electricidad, de tal forma que como ocurre en otros países de nuestro entorno, el Estado pueda quedarse con las centrales hidroeléctricas cuando sus concesiones privadas caduquen.

Ejemplos de otros países

Antes de mirar a lo que se hace en otros países, vemos que en nuestro texto constitucional se recoge el siguiente mandato:

 “El Estado puede, especialmente en caso de monopolio, acordar la intervención de empresas, cuando así lo exigiese el interés general".

En el sector eléctrico español existen cinco grandes compañías, de las cuales tres de ellas (Endesa, Iberdrola y Gas Natural) dominan el 90% del mercado art. 128 CE).

Desde luego, no hay un modelo único de intervenir el mercado eléctrico por parte de los gobiernos. En Europa y en el mundo hay ejemplos de todo tipo, como veremos a continuación.

El modelo francés: en manos del Estado

Sin ir más lejos, en Francia se fundó, bajo el influjo del ‘New Deal’ en 1946, Électricité de France (EDF) como resultado de un masivo proceso de nacionalización de empresas productoras.

Con los años, EDF se convirtió un gigante que hoy presume de ser el primer productor y distribuidor de electricidad en Europa y estar al menos entre los 5 primeros a nivel mundial después de que, en el marco de la privatización masiva del sector a nivel europeo en 2005, el país logrará conservar intacto algo más del 84% de la empresa.

Hay que tener en cuenta que más del 65% de los ingresos de EDF provienen de las numerosas centrales nucleares con que cuenta la empresa que la hacen dependiente de una fuente de energía llamada a desaparecer con el tiempo.

Italia, entre lo público y lo privado

En Italia, la empresa mayorista Enel mezcla lo público y lo privado. Después de que Endesa pasara a formar parte de su gestión, acumula una plusvalía de 10.000 millones de euros. Un negocio que en 2018 repitió con Electropaulo, una de las principales eléctricas en Brasil de la que acabo por adquirir el 73% por algo más de 1.200 millones de euros.

Nacionalización japonesa por la mala gestión privada

Más allá de nuestras fronteras encontramos el ejemplo de Japón, cuya empresa de producción y distribución de electricidad por antonomasia, Tepco, aún sigue recuperándose del desastre de Fukushima.El accidente de la central nuclear supuso a la compañía un coste económico por encima de los 500.000 millones de euros. La empresa privada se nacionalizó en 2012 y se acogió a un rescate tras ver bajar el valor de sus acciones hasta un 80%.

EEUU: La energía pública por excelencia

Para terminar, si miramos a la meca del capitalismo, podemos fijarnos en la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA), la energética pública más grande de EEUU, vigente desde el crack del 29. Creada para aprovechar la energía generada por el río Tennessee, que baña 7 estados de EEUU, TVA ha concitado el interés de propios y extraños por aprovechar de forma ininterrumpida y durante un siglo la energía limpia que da la fuerza del agua. Hoy presumen de que el 60% de su generación eléctrica está libre de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Lo logran gracias, entre otras cosas, a sus 29 presas hidroeléctricas.

Mientras tanto, en España el debate seguirá abierto, sobre todo si se contempla la idea de crear una empresa pública de energía en nuestro país o si, como nos comentaba en una entrevista, el presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) introducimos de una vez por todas, “la cultura de reutilización y de economía circular que tienen en otros países europeos”.