El comercio electrónico se ha postulado definitivamente como el gran valedor de empresas que operan sus servicios y quieren vender de forma online. Las ventajas son aplastantes y el flujo incesante de la digitalización es más que un aliciente para apostar por ello.
La implantación de los e-commerce en pequeñas y medianas empresas tiene cada vez mayor relevancia. El pasado mes de julio entró en vigor una nueva regulación en materia de IVA aplicable al comercio electrónico transfronterizo entre empresas y consumidores.
La evolución del e-commerce
En su apuesta por la internacionalización de las empresas españolas, La Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE) ha celebrado recientemente una jornada que contó con la participación de empresas y plataformas especializadas en venta online.
Bajo el lema ‘El paso hacia la venta online: Transformación digital y evolución del e-commerce’ la jornada tenía el objetivo de dar visibilidad a las ventajas de la venta online y la importancia de extender los negocios dentro y fuera de España.
A destacar, el hecho propiciado por la pandemia y la obligación de muchas empresas a dar el paso para dejar atrás la venta offline. En este sentido, los expertos consideran que el tiempo que necesita una empresa para poder implantar su e-commerce varía mucho dependiendo del tipo de compañía, el precio y las características del producto.
Por este motivo, recomiendan analizar previamente su capacidad de venta y recepción a clientes para conseguir un retorno de la inversión positivo. Las redes sociales se presentan como una herramienta clave para conseguir el éxito en este universo.
La posibilidad de dar a conocer un producto o una marca a través de estas plataformas es tan grande como variopinto. Desde influencers que promocionan ciertos productos a cambio de comprar confianza que se traduzca en un mayor número de transferencias, hasta creadores de contenido que utilizan la publicidad sobre audiencias nicho.
Por otra parte, desde el sector logístico destacan que la pandemia ha modificado los hábitos de consumo y ha acelerado la evolución del comercio electrónico, algo que ha repercutido en la obligada actualización del sector hacía una evolución exponencial de sus competencias hacia un mercado internacional.
Ventajas del e-commerce
Las posibilidades que abre el abanico del comercio electrónico merecen un punto y aparte en el que las empresas deben evaluar las ventajas que ofrece un servicio pensado para incrementar las ventas:
Sin límite geográfico – Constituye una las ventajas esenciales por las empresas a la hora de apostar por este servicio ya que, a expensas de la regulación tributaria de cada país, el e-commerce está pensado para llegar a un mercado global.
Abierto las 24 horas – A diferencia del comercio tradicional, el comercio electrónico no entiende de ninguna restricción horaria. Las transacciones comerciales están abiertas durante todos los días del año y esto supone el aumento significativo de ventas y beneficios.
Comodidad para el cliente – Los usuario o compradores pueden acceder de forma fácil y rápida a sus compras desde cualquier lugar, si tienen a mano un dispositivo conectado a internet. Algo que irremediablemente, aumenta el número de clientes potenciales.
Flexibilidad en el pago - El e-commerce permite unificar todos los medios de pago disponibles, facilitando el pago por todos los medios digitales y electrónicos como por los tradicionales, ya que también se puede realizar pagos en efectivo (contra reembolso).
Más productos – La cantidad de productos que se pueden ofrecer a los clientes es mayor con un sistema que no entiende de espacios. Tan solo virtual, donde la oferta de servicios es ilimitada.
Costes más bajos - Un e-commerce reduce de forma considerable los costes asociados a la comercialización, la atención al cliente, el procesamiento de la información y la gestión de inventarios.
La competencia puede resultar fundamental a la hora de poner en marcha estos servicios para las pymes, por el hecho de que cada vez va a ser mayor, lo que también dificulta la fidelización del cliente. Aún con todo, la inmensa demanda por todo servicio digitalizado está llamada a derribar cualquier barrera. La próxima campaña del Ciber Monday será el mejor termómetro para comprobarlo.