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La experiencia del empleado y su importancia en la actualidad

Experiencia del empleado

La revolución digital de la que no nos cansamos de hablar ha supuesto un punto y aparte en todo lo que respecta al mundo laboral. Si ahora podemos mirar a la pandemia con un ápice de agradecimiento, descartando la parte más humana, es precisamente por ello. 

Un cambio de percepción que también ha hecho mella en los entornos laborales, donde las nuevas realidades están marcando la importancia de la experiencia del empleado, que ahora es más determinante que nunca.  

La transformación del empleado 

Cerca de la mitad de las empresas de la Unión Europea invirtieron en digitalización como respuesta a la pandemia. Así lo recoge el informe Digitalización en Europa 2021-2022, del Banco Europeo de Inversiones. 

Un dato en el que podemos apoyar el cambio organizacional que han experimentado miles de compañías a la hora de combinar trabajo remoto y presencial. El llamado modelo híbrido que ha venido para quedarse y facilitar las demandas, tanto de empresarios como de profesionales. 

Según un estudio elaborado por McKinsey, nueve de cada diez organizaciones combinarán las dos modalidades en el futuro más cercano. Un nuevo escenario en el que es necesario rediseñar todos los procesos. 

Y es que una de las principales conclusiones del observatorio ‘Digital Workplace: la transformación hacia una experiencia del empleado más sostenible’, organizado por elEconomista.es en colaboración con Atos y Dell es precisamente esta; la percepción de la realidad del nuevo empleado digital. 

Desafíos y herramientas 

La productividad en cualquier sitio y a cualquier hora nunca había estado tan concebida como hasta ahora. Sobre todo, porque es posible y, además, responde a la demanda de la mayoría de los profesionales que pueden desempeñar telemáticamente su labor. 

Sólo hace falta tener a tu disposición las herramientas adecuadas para llevarlo a cabo, así como dar respuesta a los costes que supone este nuevo entorno profesional. Desde la ciberseguridad necesaria en cada equipo hasta la organización de objetivos comunes. 

El principal desafío, por su parte, viene dado por saber mantener el sentimiento de pertenencia a la organización, aunque se esté lejos o no se tenga la misma relación física con tus compañeros de trabajo. 

Por ello, el fin último que se destaca en el observatorio no es otro que lograr que las compañías ofrezcan experiencias físicas y digitales que funcionen sin problemas para ambos perfiles.  

Lo que está claro, es que, si los empleados están cómodos con la filosofía de la compañía y las soluciones que le ofrece, con sus objetivos y con el modo en el que ejercen su actividad, se generará un mayor compromiso, que impactará también en su productividad. 

Según ha podido comprobar en estos últimos tiempos Sandra Plaza, responsable de RRHH en la experiencia del empleado, la preocupación que han podido generar las últimas crisis a nivel profesional se solucionan con “escucha activa y comunicación homogénea y transparente” de todos los responsables. 

Para ello, muchas empresas han elaborado una planificación interna en este sentido, tanto para clientes como para managers. Y es que, según asegura Plaza, los mensajes improvisados son los que “aumentan la desconfianza en el receptor”. 

“Las compañías deben trabajar en el bienestar del empleado” asegura la responsable de RRHH, quien da las claves para poder transmitir lo mejor posible este mensaje:  

  • Transmitir esperanza, apoyada en el pensamiento de que el futuro será mejor que el presente. (oportunidad de crecimiento y de promoción profesional) 
  • Acompañamiento y ayuda para progresar, para que el trabajo de cada uno tenga un impacto. Escucha activa que lleve a un liderazgo más servicial. 
  • Reconocimiento, no por logros, si por consecución de objetivos. A través del esfuerzo, progreso, comportamiento. También se debe acompañar y ayudar a afrontar las distintas realidades.  

Para Sandra Plaza, la responsabilidad no debe recaer solo en RRHH, sino que hay que inculcarla también a responsables, jefes de equipos y también de forma individual, “porque las reglas de juego han cambiado y todos pueden sumar”. 

La digitalización al servicio de la experiencia 

La tendencia está ahí y sólo hace falta implementarla para sacar rédito de cada profesional. Al mismo tiempo que en un universo cada vez más digitalizado la retención y atracción del talento es otro de los retos prioritarios de las compañías. 

La mala experiencia laboral se ha convertido en el segundo motivo de renuncia en Europa, según un informe de IDC en el que se destaca que un tercio de los empleados estaría dispuesto a cambiar de empresa si no está a gusto con sus condiciones, independientemente del sueldo. 

La investigación muestra una definición difusa entre trabajadores y empleadores a la hora de saber qué se entiende como una buena experiencia laboral. Mientras que los directivos priorizan las inversiones en tecnología para fomentar el trabajo híbrido, los empleados están más preocupados por la forma en que se evalúa su trabajo y la falta de conexión. 

Junto a la tecnología, el bienestar emocional ha ganado un gran peso a la hora de elegir una compañía. La cultura de datos que se utiliza en los departamentos de RRHH recopila información relevante de la experiencia del empleado y como su “salario emocional” va más allá de las cifras que se puedan contar. Todo influye.