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Se afianza el espíritu emprendedor universitario en España

Emprendimiento universitario español

La intención de emprender es una cosa, hacerlo y crear tu propia empresa es algo muy diferente. El caso es que, por primera vez, nuestro país está en disposición de abrir la boca en este apartado para aportar más que buenas intenciones. 

Según el proyecto GUESSS, un informe que estudia el espíritu emprendedor de los universitarios y la gran transformación postpandémica, el 23% de los universitarios españoles tiene intención de crear una empresa a cinco años vista. 

Pero no queda ahí la cosa, ya que el 19% está involucrado en poner en marcha una empresa naciente y algo más del 6% tienen ya creada una empresa. Y es ahí donde radica la principal diferencia, ya que se trata de un porcentaje por encima de la media europea con proyectos en desarrollo (18%). 

Un emprendimiento incipiente 

Generalmente, el perfil de este tipo de estudiantes, transcurridos cinco años desde el inicio de sus estudios, suele proceder de la rama de ingeniería y arquitectura, aunque también hay un predominio de estudiantes de la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas.  

Estas son, tal vez, las dos ramas donde se sitúan la mayor parte de los proyectos de emprendimiento de los estudiantes universitarios. Así lo asegura Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU-San Pablo y vocal del Comité Permanente de la Conferencia de Rectores (CRUE). 

“Las universidades están adaptando su oferta formativa al mundo real”, resalta la rectora, quien analiza cómo se ha observado en estos últimos años “un crecimiento importante” de la oferta académica de grados y postgrados en el ámbito de las nuevas tecnologías, de las tecnologías creativas, de la ciencia de datos o de la inteligencia artificial, entre otros. 

Por ello, las universidades españolas están intentando adaptar su oferta académica a las necesidades y a las demandas, tanto de las empresas como de los propios estudiantes, cuyas tendencias emergentes, “requieren también de profesionales preparados para ocupar estos puestos de trabajo”. 

Estos grandes indicadores se completan en el informe, con una extensa batería que radiografía comportamientos por carreras, géneros, CCAA, contexto social, apoyo que reciben de sus universidades y otras variables. Sus datos más significativos son: 

  • El 48% de los universitarios emprende con otros compañeros o socios fundadores. 
  • El 53% han recibido formación específica en materia de creación de empresas. 
  • El clima emprendedor de las universidades españolas alcanza una nota de aprobado, 3,8 sobre 7, similar a la de las universidades europeas, pero por debajo de las de EEUU (4,5). 
  • La diferencia de intención de crear una empresa entre hombres (28 %) y mujeres (20 %) es de algo más de 8 puntos en España, ligeramente superior a la de la UE. 
  • Por ramas de conocimientos, la mayor intencionalidad de crear una empresa se da en las ramas de Ingenierías y Arquitectura (27%) 

Emprendimiento corporativo 

“El estado actual del emprendimiento tiene buena salud, pero amplio margen de mejora”. Es otra de las claves que la vocal de CRUE señala a la hora de referirse a la tasa de actividad emprendedora que se observa en el último informe del GEM (Observatorio de emprendimiento español). 

Concretamente y en líneas genera, un 5,5% de la población es ahora mismo emprendedora, lo que nos vuelve a situar con unas tasas similares a las de la prepandemia. “En este sentido, es un buen dato” valora Visiedo, ya que nos acerca, más que nunca, a la de la media europea.  

Además, destaca que la tasa de actividad emprendedora en mujeres ha crecido y está por encima de la media, con un 5,6%, mientras que la tasa en hombres es de un 5,4%. “Un dato esperanzador que demuestra que las mujeres van incrementando su interés por proyectos de emprendimiento en nuestro país”, remarca. 

Las perspectivas del informe son buenas por esto mismo, ya que la gente percibe que la situación para emprender es mejor que hace unos años. Algo que se puede palpar dentro de las empresas, donde se localiza una buena parte del emprendimiento en nuestro país. 

El llamado ‘intraemprendimiento’, que es el que se realiza dentro de las propias empresas, reflejado en el informe GEM como una tendencia creciente, marca el termómetro de las empresas a la hora de apostar por la “innovación abierta, que refleja una creencia en que el futuro de las corporaciones está ahí”, señala Rosa Visiedo. 

Para la rectora de la Universidad CEU-San Pablo, esto es posible tanto “por la acción de empresas que cuentan con agentes externos para su propia innovación, como por la de empresas que incentivan a sus propios profesionales a emprender”. 

Y es que, una amplia mayoría de los empresarios encuestados en este informe sobre emprendimiento corporativo apuntan a una mejora en este sentido, una tendencia muy importante si tenemos en cuenta que, en España, el 90% de las empresas son Pymes, con su limitación de gasto en I+D+i. Desde luego, hay datos para la esperanza.