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El futuro del empleo ya está aquí

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Hay un dicho en el mundo occidental que afirma que el futuro se construye desde el presente, pero al mismo tiempo establece un paradigma referencial que nos hace preguntarnos: ¿cuál es el futuro que queremos construir?

Si hablamos de digitalización, por ejemplo, hay que estar satisfechos. O al menos así lo aseguran las empresas que participaron en el encuentro ‘Los empleos del futuro y el futuro del empleo en España’ organizado por el diario Expansión con la colaboración de ManpowerGroup y del Gobierno de España.

En este evento online, responsables de empresas del calibre de Telefónica, IBM o la propia ManpowerGroup, reflexionaban acerca de la empleabilidad futura con cierto acuerdo a la hora de asegurar que, para fomentar el emprendimiento y la formación de los nuevos empleados, “no se trata tanto de esperar a los fondos de recuperación, si no de pensar en funcionar como personas, con figuras que nos ayuden a avanzar”.

Fondos europeos para el empleo

Según el componente 23 del Plan de Recuperación y Resiliencia, hecho público por el Gobierno el pasado mes y llamado ‘Nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo’; se invertirán un total de 2.363 millones de euros, el 3,4% de todo el plan, en diferentes iniciativas.

En materia de empleo joven, el Gobierno planea un desembolso de 765 millones de euros (355 millones en 2021, 255 en 2022, 155 en 2023). Una iniciativa que se concreta en tres programas: el programa Empleo Joven-Tándem; el programa de primeras experiencias profesionales en administraciones públicas, y el programa Investigo para jóvenes investigadores.

En este sentido, las empresas destacan que los Pertes perfilados por el Gobierno dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, tienen que ir anexionados a un plan de capacitación para reinsertarse en las empresas de la forma más actualizada posible.

El reto para una compañía es que la mayoría de sus empleados se sumen al cambio en la transformación cultural que ha de tener lugar en los todos los ámbitos. Desde la perspectiva de que la pandemia no solo ha traído una crisis sanitaria gravísima, sino una crisis económica y de empleo muy importante.

Agenda 2050

La transición digital y ecológica de nuestro país empieza a implantarse en las empresas como una de las claves fundamentales para llegar a los objetivos marcado en el proyecto estratégico ‘España 2050’ elaborado por expertos, bajo la supervisión de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia del País a largo plazo.

En el mismo, el Ejecutivo se marca 50 objetivos entre los que destaca el de reducir la tasa de desempleo actual de forma progresiva desde el 18%, correspondiente a los datos hasta el año 2019; a un 12% en 2030, a un 10% en 2040 y a un 7% como máximo en 2050.

Una tasa de empleo que, según las previsiones del Gobierno en este sentido, alcanzaría el 80% en 30 años. Un horizonte halagüeño también para las mujeres, ya que debería elevar su tasa de empleo del 57% actual al 82% programado.

Por su parte, el paro juvenil, que representa una de las grandes lacras en el desempleo estatal desde la crisis de 2008, alcanzaría según estas previsiones a largo plazo; un descenso desde las tasas actuales del 40% al 14% en estos años.

Claves para la recuperación económica

La primera y más lógica es la necesidad de inversión empresarial que necesitará de un esfuerzo extra que permita la regeneración económica y social. Para ello, la transición energética y la digitalización son igualmente claves.

De igual forma, las empresas esperan que el programa de la UE, Next-Generation dirigido a los jóvenes, sea una oportunidad para los Estados miembros en el mundo post-Covid. Aún más para España ya que supondría una oportunidad irrepetible para abordar el problema de la empleabilidad y establecer un sistema productivo más diversificado.

En este sentido, la nueva Ley de Formación Profesional que estará abierta a las empresas, supondrá un nuevo impulso para la formación especializada en nuevos cursos profesionales, que incrementará la matriculación del alumnado en más de un 25%.

La recuperación, de hecho, ya ha comenzado. Las previsiones están mejorando y se están revisando al alza, algo que influye en el PIB, del que se augura un crecimiento del 5,9% el año que viene.

Sin llegar a pecar de un excesivo optimismo, las grandes compañías también advierten que la recuperación de esta crisis no va ser suficiente para que las competencias de España en lo que tiene que ver con la digitalización, repunten fuera de nuestras fronteras.

Las competencias de nuestro país en transformación digital, son menores que las del resto de Europa. Conviene, pues, hacer un esfuerzo en la adaptación de los trabajadores a este nuevo ecosistema laboral, en el que el sentido de colaboración de las personas va a ser muy importante para que las instituciones se cohesionen y tengan recursos para afrontar la recuperación.

Por último, las ayudas que contempla el Plan de Recuperación tienen que ir en sintonía con la internacionalización, como uno de los puntos más necesarios a la hora de poner el foco en las empresas, con todo el apoyo y recursos posibles destinados a las pymes como grandes generadoras de nuestra economía.

El objetivo final, no puede ser otro que el interés general por el bienestar de la sociedad, que repercuta en esa motivación principal para acompañar a las empresas.