Pasar al contenido principal

Deducciones fiscales en la Ley de startups

Deducciones fiscales Ley de startups

Desde su aprobación el pasado mes de diciembre, la esperada ley de empresas emergentes está facilitando el comienzo de la actividad de compañías jóvenes de nueva creación que, no obstante, necesitan de inversores que financien el desarrollo de sus proyectos. 

Para ayudarles a despegar económicamente, la nueva normativa permite deducir lo invertido en este tipo de empresas. En concreto, se establece una deducción de la mitad de lo invertido en la suscripción de acciones o participaciones en compañías recién creadas. Lo explicamos. 

¿Qué cambios fiscales introduce la Ley de startups? 

En línea con la rebaja en el Impuesto de Sociedades para estas empresas, donde se reduce el tipo impositivo del 25 % al 15 % durante los cuatro primeros períodos impositivos en los que la base imponible sea positiva, la ley permite deducirse en el IRPF la mitad de lo invertido hasta una base máxima de 100.000 euros anuales

Cabe recordar que, hasta ahora y antes de la publicación de esta ley, ya se contemplaban deducciones para este tipo de inversiones, aunque estaba fijado un máximo de un 30% de capital, hasta un tope de 60.000 euros. 

Por otro lado, esta regulación establece una exención fiscal para las opciones de compra de acciones de hasta 50.000 euros. Así mismo, también modifica la tributación de las opciones sobre acciones. 

La norma facilita el uso de las stock options como forma de retribución, habitual en esta clase de entidades. Eleva su exención fiscal de 12.000 a 50.000 euros anuales y se retrasa su tributación al momento en que se hagan líquidas, ya sea por la venta de las acciones o por una salida a bolsa.  

Además, la ley también modifica la tributación de las opciones sobre acciones. Se trata de un tipo de remuneración que solo será gravada, a partir de ahora, en caso de liquidez y no como rentas de trabajo, así como el llamado ‘carried interest’ de los gestores, que pasan a ser considerados rendimientos de trabajo. 

Requisitos  

La ley de startups establece ciertas condiciones para poder disfrutar de esta deducción en el IRPF en la inversión en startups, a las que define como compañías de nueva creación que no hayan facturado más de 10 millones de euros y desarrollen un proyecto de emprendimiento innovador que cuente con un modelo de negocio escalable. 

El primero de estos requisitos es que la inversión debe ser, lógicamente, en una empresa de nueva creación. Esta no debe tener más de cinco años de antigüedad, ampliables hasta siete en caso de algunos sectores estratégicos. Además, la empresa deberá tener sede social en España, así como el 'sello startup' otorgado por Enisa.  

Igualmente, como segundo requisito, la inversión o la compra de las acciones o participaciones deberá realizarse en el momento de la constitución de la sociedad o cuando esta haya llevado a cabo una ampliación de capital. Además, se deberá permanecer en su patrimonio un plazo superior a tres años e inferior a doce años.  

Por último, el contribuyente que quiera disfrutar de la deducción no deberá tener más del 40 % del capital de la sociedad.