El 64% de los españoles cuenta con competencias digitales básicas. Es el dato señalado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) en el primero de los informes presentados sobre esta aptitud de la ciudadanía, las distintas metodologías para medirlas y su aplicación en España.
Unos estudios que pretenden ayudar a la comprensión y la divulgación de los retos y oportunidades de la economía digital y que, por el momento, muestran unos datos esperanzadores que sitúan a nuestro país por encima de la media europea.
Objetivo: un 80% para 2030
El ONTSI es el órgano colegiado de carácter consultivo de la entidad Red.es, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
En base a la estrategia España Digital, estos informes tienen el objetivo de reforzar el conocimiento sobre temas relacionados con esta área y favorecer un entorno en que la sociedad posea conocimientos sobre la digitalización para usar las tecnologías de forma eficaz, segura y responsable.
Pues bien, este primer estudio sobre competencias digitales arroja importantes datos a nivel global, además de detallar cómo se lleva a cabo esta medición en la Unión Europea, ya que se trata de un análisis fundamental para entender el grado de adaptación de la ciudadanía ante los retos que supone la sociedad digital.
Con la mente puesta en el año 2030 como evaluación prioritaria, la estrategia España Digital tiene el reto de aumentar la cifra de ciudadanos con competencias digitales hasta el 80% para ese año, en línea con la estrategia europea.
Mediciones y comparativa
En concreto, el estudio de competencias digitales mide el desempeño en cinco dimensiones: información y alfabetización de datos, comunicación y colaboración, creación de contenido digital, resolución de problemas y seguridad.
En función de las tareas que una persona sea capaz de desarrollar por cada una, sus competencias digitales serán: por encima de las básicas, básicas, bajas, reducidas, limitadas, sin competencias o no evaluables. Cuantas más tareas pueda completar, mayor nivel de competencias tendrá una persona.
Dentro de los países de nuestro entorno, España ocupa un puesto destacado dentro de la Unión Europea en el desarrollo de las competencias digitales de la ciudadanía, como decimos, por encima de la media.
En concreto, con un 64%, nuestro país ocupa el sexto lugar por delante de países como Francia (62%) y Alemania (49%). Unas cifras que, según destaca el Gobierno, vienen establecidas gracias a reducir la brecha digital por cuestión de género, habiendo una diferencia de 3 puntos porcentuales en estos momentos (63% de las mujeres frente al 66% de los hombres).
Eso sí, al igual que en el resto de la Unión Europea, las mayores brechas en competencias digitales se dan en función de la edad, con 58 puntos de desventaja entre la población mayor frente a la más joven, por mucho que la accesibilidad y el fácil manejo de las distintas plataformas hayan mejorado.
La diferencia en función de la ocupación es la segunda mayor brecha, de 49 puntos, entre población no activa y estudiantes. Un desajuste global que diferencia y mucho, entre capacidades y necesidades.
Por último, cabe destacar que más de la mitad de las personas en situación de desempleo posee competencias digitales básicas o superiores, lo que invita a reflexionar sobre la importancia de que todos los grupos poblacionales puedan adquirir estas competencias en igualdad de condiciones.
