La ‘Gran Dimisión’ estadounidense, entendida desde la perspectiva de ola de disconformidad de los profesionales ante unas malas condiciones laborales, ha dado lugar en nuestro país a una gran rotación que, aunque parecida, está protagonizada por perfiles más jóvenes.
En este sentido, muchas empresas entre las que destacan despachos laboralistas han comenzado a identificar una nueva tendencia en el mercado laboral: la apuesta de las compañías por trabajadores de más de 50 años.
Razones de peso y experiencia
Así lo destaca la Fundación Adecco, donde en uno de sus últimos estudios se señala un aumento del interés y la motivación por cuidar el talento senior como parte del debate para perseguir la diversidad, la equidad y la inclusión dentro de las empresas.
Ahora, a nivel directivo cada vez hay más presión por cumplir con estos estándares, mientras que el reto del envejecimiento del mercado de trabajo hace inviable despreciar el talento de los profesionales de esta franja de edad.
Y es que, por el momento, los datos de contratación no reflejan un fuerte cambio en las incorporaciones de estos perfiles, aunque en el último año sí se ha apreciado una caída del número de parados de más de 55 años, según los datos de la EPA.
Mientras que los jóvenes se mueven entre puestos de trabajo para perseguir mejores condiciones, los seniors suelen quedarse. Un hecho que en los departamentos de recursos ha provocado que haya que modificar sus pautas de contratación con el fin de conservar el talento que forman en el seno de la empresa.
Además, el último estudio elaborado por LinkedIn también refleja esta movilidad de los más jóvenes, con casi 7 de cada 10 trabajadores (68%) de entre 18 y 24 años dispuestos a abandonar su puesto de trabajo por otro que les conviniese más.
Bien es cierto que se trata de una proporción 14 puntos superior a la media de los profesionales españoles, pero con una distancia ganada de 38 puntos porcentuales respecto a los trabajadores que tienen más de 55 años.
La principal red social enfocada al empleo también observó que muchos de estos profesionales habían apostado por invertir en el desarrollo y reciclaje de sus habilidades profesionales, lo que viene a ser una señal de que la transformación digital no entiende de edades.
Un perfil para tener en cuenta
El estudio de Adecco pone en valor que los trabajadores senior acostumbran a querer asumir compromisos estables, lo que resulta muy valioso para las empresas. Además, destacan la prudencia que suelen tener los profesionales con este perfil frente a la impulsividad de los más jóvenes, la experiencia en la toma de decisiones y la capacidad de contribuir en la formación.
En la Fundación abogan por acabar con el estereotipo de que las personas a una cierta edad aprenden peor y apuestan por la formación continua para potenciar la productividad y la sostenibilidad de las empresas.
De ahí la importancia de tener en cuenta a los perfiles sénior, tanto a los empleados como a los consumidores. Es un hecho que se constata desde el Instituto de Innovación Social de ESADE, que en su ciclo sobre el ‘Reto demográfico y negocio responsable’ pone en valor a este sector de cara a no sentirse discriminado.
Por ello, más allá de la intencionalidad empresarial, los expertos coinciden en que la estructura de la pirámide poblacional hace necesario que las compañías den cabida a estos profesionales y hagan un esfuerzo por ampliar su formación si es necesario. Un mensaje de vida que nos afecta a todos de cara al futuro.
