Desde la concesión de las distintas líneas de las ayudas europeas o fondos Next Generation UE, el Gobierno ha lanzado hasta la fecha subvenciones por valor de 28.500 millones de euros, de los que sólo se han concedido un total de 9.300 (un 19%).
Así lo asegura el Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol) en un informe donde se recuerda que, en total, las Pymes y grandes empresas pueden optar a un 47% de estas ayudas, ya que el resto van a Administraciones públicas y a otras instituciones.
En concreto, las sociedades limitadas se han llevado 1.132 millones de euros, mientras que las anónimas han sido beneficiadas con 622 millones. El resto ha ido a parar en su mayoría a otras Administraciones públicas o entidades educativas.
¿Cómo se ejecutan los fondos europeos?
Desde el Observatorio de Fondos Next Generation UE de Esade, afirman que estas cantidades son “meras transferencias entre Administraciones” por lo que, aunque son consideradas parte del plan de transmisión de los fondos, en el tejido productivo apenas se ve reflejado.
Por ello, las convocatorias dirigidas a los actores finales son las que aplican como verdadera ejecución de los fondos europeos. Con estos datos, como decimos, pese a que las empresas han sido beneficiarias hasta la fecha solamente de 2 cada 10 euros adjudicados en subvenciones, el máximo al que podrían aspirar hasta ahora, es de 5 euros de cada 10. (47% del total).
En concreto, las Pymes podrían optar a 10.017 millones de euros en subvenciones (el 35%) y las grandes empresas, a 3.370 millones (un 12%). En cuanto a las Administraciones públicas encargadas de canalizar estas ayudas, la Administración General del Estado se ha ocupado del 80,2%, siendo los ministerios de Industria, Comercio y Turismo (con 7.130 millones), Transición Ecológica (4.200 millones) y Asuntos Económicos (3.500) los que han lanzado un volumen más cuantioso.
Le siguen las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales, con 5.200 millones, de los que 1.100 millones proceden de la Generalitat de Cataluña; 713 millones de la Junta de Andalucía, y 654 millones de la Generalitat de Valencia.
Cabe destacar que estas convocatorias son utilizadas por todas las Administraciones y su principal diferencia con las licitaciones es que se otorgan sin que haya una contraprestación a la administración, lo que sí ocurre con estas últimas.
Y es que conocer el número de subvenciones que se han presentado, su cuantía y cuántas de ellas han sido ya adjudicadas suele ser una ardua tarea con las fuentes de información pública disponibles. Mismo problema a la hora de abordar su solicitud.
¿Por qué es tan difícil conseguir una subvención en España?
De base, todos los países miembros de la Unión Europea disponen de una serie de ventajas, tanto para sus ciudadanos como para sus empresas, a las que no tendrían acceso si no perteneciesen a esta entidad. Ahora bien, ¿se sabe realmente cuáles son estas ventajas y cómo beneficiarse de ellas?
He ahí el principal problema que afronta un país como el nuestro, en el que el desconocimiento sobre todo tipo de subvenciones públicas o privadas suele estar a la orden del día. Los fondos europeos no son una excepción, representando uno de los hándicaps más importantes de las Pymes.
A nivel empresarial, la UE cuenta con numerosos programas de ayudas y financiación a los que las empresas de los países miembros, independientemente de su tamaño, pueden acceder en función de la naturaleza de su actividad o proyecto. Para ello, tendrán que cumplir con una serie de requisitos que les permitirá beneficiarse de todas estas ayudas.
En España, igual que para los demás países, existen dos tipos de financiación diferentes para las empresas: financiación directa (gestionada por la Comisión Europea) y financiación indirecta, dirigida por la Administración nacional y regional.
Con los fondos Next Generation UE, la capacidad de gestionar solicitudes por parte de las organizaciones supuso un reto que se une a la demanda de información, con la oficialidad de ciertas herramientas que no siempre garantizan la mejor accesibilidad.
En este sentido, desde la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE) criticaban hace un año que los procesos para acceder a las ayudas deben ser más simples y ponían como ejemplo su Oficina de Financiación que unifica todos los canales de ayuda, en base al nivel de existencia de distintas líneas.
Hay que tener en cuenta que todas las empresas que quieran ser financiadas por la Comisión Europea están obligadas a dar respuesta a componentes medioambientales, de balance de género o de economía circular, entre otras, además de conseguir involucrar al ciudadano en su actividad con el fin de conseguir una mayor cobertura de su proyecto.
