Las 124 compañías que en nuestro país facturan por encima de los 750 millones de euros pagaron un tipo efectivo global del 16,7% de sus beneficios en el impuesto de sociedades, según los datos difundidos por Hacienda correspondiente a 2019, último año con estos registros.
Un tipo efectivo abonado por sus beneficios globales que es inferior al del ejercicio precedente cuando tributaron por el 18,3% de sus ganancias. La Agencia Tributaria ha calculado que 23 grandes corporaciones solo pagaron el 2,6% de su beneficio en el impuesto de sociedades.
El esfuerzo fiscal de las multinacionales
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aconsejado recientemente a los países desarrollados que suban impuestos a las empresas con beneficios excesivos para ayudar a mitigar la actual crisis.
Aunque la tasa de gravamen queda lejos del tipo nominal del impuesto de sociedades en España, fijada en el 25% para la mayoría de las compañías y del 30% para bancos y petroleras, el esfuerzo fiscal de las multinacionales españolas en el mundo se puede comprobar bajo el complejo sistema de deducciones y exenciones del que gozan en algunas jurisdicciones.
Además, la ingeniería fiscal que realizan las multinacionales para trasladar legalmente beneficios de unos países a otros que ofrezcan más ventajas fiscales es otro de los hechos diferenciadores del nuestro.
La información publicada ahora por Hacienda, recopilada del Informe CBC, revela que los grandes grupos españoles abonaron un total de 14.965 millones de euros por el impuesto de sociedades a nivel global, tras registrar un beneficio de 89.701 millones de euros.
Una declaración que tienen que presentar estas empresas con las cifras de sus negocios y pagos tributarios en todos los países donde tengan negocios y que responde a un ambicioso plan que han firmado más de un centenar de países para la tributación completa de las grandes compañías.
El impuesto mínimo del 15%, hasta 2024
En base a este proyecto internacional, el año pasado se alcanzó un acuerdo suscrito por más de 130 países para establecer un tipo mínimo de sociedades de al menos el 15%. El problema es que esta reforma fiscal no supera las dificultades para su implantación y se retrasará, al menos, hasta 2024.
Y es que, en la Unión Europea, las negociaciones siguen bloqueadas tras el veto, por segunda vez, de Polonia. Además, la implantación en Suiza requiere una reforma constitucional que obligará a un referéndum público, que no se realizará hasta la segunda mitad del año.
En nuestro país, el Gobierno se propuso fijar este tipo mínimo desde el inicio de la legislatura y tras varios intentos, logró incluir el gravamen en los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Aunque conviene recordar que ese límite se aplica sobre la base imponible y no sobre el resultado contable.
El tipo medio efectivo que pagan estas empresas sobre la base imponible es del 21,5%, según la última estadística oficial. Si el cálculo se realiza sobre el beneficio, el tipo baja al 9,5%, porque incluye los dividendos de las filiales en el extranjero, donde ya pagan, y otros conceptos. La diferencia provoca que solo afecte a menos del 1% de todas las empresas españolas, unas 12.000.
Las multinacionales en España declararon ser titulares de 14.753 filiales (9.810 son extranjeras). Estas sumaron una facturación global de 933.842 millones durante 2019, representado cerca del 75% del PIB de España en ese mismo ejercicio.
Por último, la estadística oficial muestra una gran divergencia entre grupos de empresas en nuestro país y su menor tributación ya que, una de cada tres grandes empresas españolas declaró por menos del 10% de sus beneficios globales.
