Los problemas de suministro que nuestro país esta enfrentando en este final de año, unido a la subida de carburantes que mantienen la presión sobre el aumento de precios, está ayudando también a que la inflación se acelere en los últimos meses, llegando al 5,6% en noviembre.
Pasados estos primeros días de diciembre ya podemos afirmar que la posibilidad de que los precios se suavicen antes de 2022 no va a ocurrir. Con el nivel más alto de inflación desde septiembre de 1992, los datos que procura el INE todos los meses muestran un crecimiento ininterrumpido desde marzo.
Subida de precios en alimentación y combustibles
El organismo estatal ha achacado el avance de la inflación a la subida de los precios de la alimentación, en un mayor nivel que el de los carburantes y lubricantes para vehículos, que también han visto como se han disparado sus tarifas.
Cabe destacar, después de meses de subida desproporcionada, una ligera caída de los precios de la electricidad que, por baja que sea, puede marcar una tendencia de cara a inicios del año próximo.
Aún con todo, las cifras empiezan a ser causantes de una inquietud generalizada ante la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, lo que supone un nuevo obstáculo a la recuperación económica tras la crisis sanitaria. Algo que también va a repercutir en la campaña navideña que marcará el fin del Golden Quarter.
En este sentido, lo que parecían que iban a ser partidas para aliviar el sobrecoste del consumo en la alimentación o el gasto que supone llenar el depósito de nuestros vehículos, se desvían ahora para contrarrestar esta subida de precios, cuya inflación subyacente que tiene en cuenta los elementos más volátiles también sube hasta el 1,7%.
Aumento de las pensiones en enero
Según destaca el diario El País en un análisis de la situación; con el dato de la inflación en estos últimos meses del año puede calcularse la media desde diciembre de 2020 que sirve como referencia para la subida de las pensiones, en cuyo caso, aumentarían un 2,5% a partir de enero.
El IPC está centrando la mirada de los principales mercados económicos en busca de una financiación los más rentable posible. Los bancos centrales llaman a la calma y avisan de que es una subida transitoria, mientras que los inversores no se fían de los tipos de interés.
El sector servicios, por su parte, reclama que se adapten los salarios de los trabajadores a la nueva realidad. Casos tan incendiarios como el del sector del metal en Cádiz donde han llegado a un acuerdo para mantener su poder adquisitivo, es un claro ejemplo de ello.
De todas formas, hay que saber que el fenómeno inflacionista está siendo global, con precios que repuntan en EEUU en un 6,2% en octubre o en Alemania, donde han escalado al 6% en noviembre.
La Organización Mundial del Comercio ha asegurado que el atasco portuario que está afectando a los suministros de medio mundo, aún puede prolongarse durante meses. Esto es debido a que los precios de los contenedores que viajan en los barcos siguen en niveles altos, y los pedidos de nuevos barcos todavía tardarán en estar preparados.
Desde luego, los factores que podrían determinar un cambio de tendencia en la subida de precios no ayudan precisamente a ser optimistas en nuestro país, con un desempleo alto y unos salarios que continúan por debajo de la media europea. Además, el envejecimiento de la población también acaba influyendo.
