El arranque del año económico marca también el inicio de los planes de expansión en los mercados internacionales. Los fondos de inversión ya han fijado sus objetivos y las empresas españolas se frotan las manos ante la necesaria oportunidad que se les puede plantear.
De los más de 5.000 millones de euros invertidos en empresas nacionales el año pasado, el 80% procede de fondos internacionales. Según el informe de actividad 2021 presentado por la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri) en los últimos años se ha observado una evolución evidente en la llegada de nuevos fondos a España.
¿Cuáles son las claves para este año?
Desde inversores que invierten en startups a los que se fijan en infraestructuras o simplemente, buscan una financiación sin entrar en la gestión de las compañías. Este año, empresas de los sectores de la salud, educación y alimentación se han postulado como los preferidos para invertir gracias, en parte, a su comportamiento frente a la pandemia, a priori de un ejercicio (el de este año) que apunta muy alto.
Si nos fijamos en el sector de la salud, por ejemplo, la clave va a estar en la transformación digital y las oportunidades de consolidación, sobre todo de aquellas compañías que cuenten con proveedores de atención médica. Un buen ejemplo para ver esta evolución la encontramos en el importe de las rondas de financiación de las empresas españolas de la salud, que superaron los 140 millones de euros en 2020, siendo el año de mayor crisis sanitaria, según los datos recogidos por PlantaDoce.
En el mercado educativo, el sector cuenta con muchos activos individuales controlados por grupos familiares, lo que define también la capacidad de consolidación de la educación privada española para colaborar con otras empresas. En este sentido, encontramos operaciones de inversión importantes el año pasado, como la protagonizada por KKR al adquirir la malagueña Medac (Institutos de FP) por 200 millones para crear el mayor grupo de formación profesional. También destaca Internetsia (Magnum Capital), que desembolsó 21 millones por Eserp Business School.
En lo que se refiere a la alimentación, la atomización del mercado (fragmentación) en Europa, está resultando clave para atraer estos fondos de inversión. Sobre todo, a través de procesos de ‘build up’ que consiste en la creación de una gran empresa a partir de la adquisición de otras más pequeñas. Entre las operaciones firmadas recientemente encontramos la adquisición de La Sirena (alimentación y congelados online) por parte de Audax Renovables por 100 millones de euros. También, El Corte Inglés se hizo con la cadena de supermercados Sánchez Romero, entre otras.
Inversión para el futuro
O para el presente, según se mire. Y es que los sectores en los que se fijan desde hace tiempo los inversores internacionales responden a un mismo enfoque: la tecnología y las telecomunicaciones con planes de negocio y criterios de sostenibilidad.
Sólo en 2020, la inversión en energía y recursos naturales y la informática aglutinan un cuarto de los 6.275 millones de euros registrados entre todos los sectores. El tercer mejor registro histórico en la inversión española.
Las renovables es uno de los sectores más interesantes. Ahora que la regulación en medio mundo está favoreciendo este tipo de inversiones, la apuesta por la descarbonización en la economía española es un claro ejemplo de ello.
El negocio de la tecnología y las telecomunicaciones no hace sino atraer el interés de este capital, gracias a la aceleración de la transformación digital por la pandemia. Cada vez se paga más por empresas que cuenten con ese componente tecnológico capaz de estar a la altura de la demanda actual.
En este sentido, la llegada del 5G promete cambiar el concepto de las tradicionales compañías de telecomunicaciones en nuestro país, para abrirse a este nuevo perfil de inversores.
