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Expectativas laborales de la Generación Z

Generación Z

Pertenecer a una generación implica tener un entorno y unas circunstancias comunes que pueden marcar una tendencia, y en este caso unas expectativas laborales similares.

Obviamente, otros aspectos generales como la ubicación geográfica, el entorno cultural y el nivel económico también influyen en las expectativas vitales, incluidas las laborales. Además, existen variables personales o sociales más cercanas que entran en juego.

Dicho esto, aunque no es recomendable generalizar, creemos que sí, que la influencia generacional influye sin duda en las expectativas vitales y laborales.

Quiénes son la generación Z

La Generación Z es aquella formada por personas nacidas entre mediados de la década de los 1990 y mediados de la década de los 2000. La mayoría de los autores la ubican entre 1995 y 2005.

Eso implica que:

  1. Son nativos/as digitales. A diferencia de la Generación Millennial, que aprendió de la tecnología, la Generación Z ha nacido con ella.
  2. Han vivido crisis económicas de cerca, directa o indirectamente.
  3. Están en pleno aterrizaje en el mercado laboral. ¡Y vienen con ganas!

¿Qué implica esto a nivel de expectativas laborales?

8 expectativas laborales de la generación Z

1. Capacitación y desarrollo

Prefieren empresas que invierten en la capacitación de sus trabajadores y les ofrezcan posibilidades de crecimiento.

Saben que lo importante es estar bien preparados/as y tener capacidad de reacción ante cualquier crisis que pueda venir. Tener garantías económicas (un buen salario) puede ser “pan para hoy y hambre para mañana”. En cambio, tener conocimiento y recursos para seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente es lo que hace a alguien competitivo.

Por su parte, están habituados/as a autoformarse. Lo hacen y lo seguirán haciendo. Pero esperan que las empresas también les aporten capacitación y desarrollo.

2. Diversidad, equidad e inclusión

Esta generación creció en un mundo mucho más diverso que las generaciones anteriores, con la globalización hecha una realidad. Han crecido, estudiado y tenido sus primeras experiencias personales y laborales con colectivos de todo tipo.

La diversidad es su normalidad (¡por fin!) y exigen respeto, equidad e inclusión.

3. Trabajo flexible

Valoran el esfuerzo, la estabilidad y el “largo plazo” pero también valoran mucho el presente porque saben que el futuro es incierto. Por eso, es muy importante la posibilidad de tener flexibilidad laboral, que permita hacer compatible el trabajo con el estilo de vida que quieren tener.

La conciliación de la vida laboral y personal es algo vital para la generación Z.

Por lo tanto, también valorarán los beneficios vinculados a la calidad de vida: flexibilidad horaria, teletrabajo, días de vacaciones, planes de pensiones, seguro médico, etc.

4. Empresas con valores

¡La Generación Z quiere cambiar el mundo! Son los y las jóvenes que han visto cómo nos estamos cargando el planeta y tienen la fuerza para luchar por ello.

Eso implica la motivación por una empresa con valores relacionados a los suyos y que apoye causas como el cuidado del medio ambiente u otras causas sociales.

5. Un empleo que ofrezca retos

Eso dicen las encuestas. Dan un peso importante al desarrollo profesional en cuanto a que puedan tener retos en su trabajo. Desean un trabajo donde puedan desarrollar sus capacidades y no se quedarán mucho tiempo si su empleo no los reta.

No obstante, quizás esto no sea algo tan diferenciador en relación a la generación anterior.

6. Acceso a las últimas tecnologías

¡Esto sí! Desde la primera infancia han interactuado con tabletas, móviles, portátiles… y en su adolescencia con aplicaciones, redes sociales y herramientas digitales. La tecnología está implícita en su día a día personal y formativo. ¿Cómo no lo va a estar en su entorno laboral?

Es normal que prefieran un trabajo que ponga a su disposición el uso de la tecnología antes que los métodos tradicionales y menos productivos porque la dominan. Dominan la tecnología y les apasiona.

Algunos estudios defienden que, debido a esto, es posible que la Generación Z sea la que empiece a estrechar la brecha en cuanto a la necesidad del mercado laboral de disponer de más perfiles digitales y tecnológicos.

7. Ambientes laborales que construyan comunidad

A pesar de ser una generación digital, dan mucha importancia al aspecto social. Estarán más cómodos/as en entornos de trabajo en los que se fomenten las relaciones entre personas y haya un buen clima de trabajo, se trabaje en equipo, se organicen actividades de teambuilding, grupos de trabajo transversales… Y no por el simple hecho de “pasarlo bien” sino por sentirse partícipes del grupo o comunidad y poder aprender y dar de sí en él.

8. Una organización que busque el bienestar de los empleados

La Generación Z, en definitiva, busca formar parte de una organización que busque el bienestar de su equipo, de las personas que la forman, porque saben que, si existe bienestar, los resultados de la empresa probablemente sean mejores. Y viceversa.

La Generación Z busca sentirse orgullosa de la “marca” para la que trabaja, así como sentirse alineado con la marca empleadora en todos los sentidos.

Conclusión

La generación Z es una generación fuerte. Su momento histórico les hace estar predispuestos/as a todo y saben que tendrán que trabajar duro y competir en el mercado laboral. Están preparados/as psicológicamente para las adversidades –porque las han vivido de cerca- y tienen muy claro lo que quieren.

Su baza tecnológica les hace ser aún más competitivos. Su parte social les hace ser mejores.

Sería muy interesante que las empresas pudieran reflexionar sobre esta Generación Z y su convivencia con el resto de generaciones de su organización. No solamente para valorar si potenciar unas u otras políticas de gestión del talento sino por, además, valorar qué pueden aprender como organización de las nuevas generaciones y de su fortaleza.

 

Artículo en colaboración con Currículum y Trabajo