Cuando hablamos de emprendimiento siempre imaginamos una variante de éxito. La base y el objetivo que hay detrás de cualquier proyecto en ciernes es sin duda este, pero la realidad es que existen muchos parámetros que, de no cumplirse, lo hacen imposible.
Las tasas de emprendimiento en nuestro país varían si atendemos al género. Así lo destaca el informe GEM Global. Una diferencia que no podría parecer muy amplia si no fuera porque el promedio del colectivo masculino supera a la de las mujeres en todos los tramos de edad. Analizamos las claves.
¿Existen las mismas oportunidades para hombres y mujeres?
En teoría, todos los emprendedores, independientemente de su género, deben tener el mismo acceso a recursos y apoyo, consiguiendo un nivel similar de creación de empresas. La realidad es que, en la práctica, se observa que las mujeres que se deciden a crear su propia empresa y acaban haciéndolo encuentran más dificultades para su puesta en marcha.
¿Por qué? Todo apunta a que, entre las razones que llevan a una emprendedora a poner en marcha su propio negocio, se encuentran muchas veces la falta de empleo o de una mejor alternativa profesional. Es el llamado “emprendimiento por necesidad” y este tipo de motivación suele conllevar más al fracaso que el que se origina debido al “emprendimiento por oportunidad”. Una situación que, desgraciadamente, también tiende a crear trabajos más precarios.
Según el citado estudio, la razón de este comportamiento puede explicarse desde el propio ámbito universitario, en el que existe una menor participación de mujeres en estudios relacionados con materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Si analizamos por franjas de edad, las tasas de emprendimiento del colectivo masculino en España en fase inicial supera a la de mujeres en todos los tramos de edad, si bien la diferencia es muy reducida en el colectivo comprendido entre 35 y 44 años.
A partir de los 45 años, esta situación cambia radicalmente, pasando a haber 6 mujeres emprendedoras con negocios consolidados por cada 10 hombres. Al analizar las razones para iniciar un nuevo negocio en función de la edad y el sexo, se pone de manifiesto que la ratio de mujeres que inician el negocio por oportunidad con respecto a las que lo inician por necesidad es menor que en el caso de los hombres en todos los grupos de edad, excepto en el colectivo más joven.
¿Cuál es el perfil del emprendedor en España?
El perfil mayoritario del emprendedor en España es el de un hombre universitario de unos 30 años con cierta experiencia empresarial. En cambio, solo el 20% de los nuevos proyectos de nuestro país están liderados por mujeres. En concreto, de entre 25 y 35 años, con un nivel de estudios universitario (en un porcentaje que, de hecho, supera la media europea) y que, en casi la mitad de los casos, son madres. Así lo contrasta el Mapa del Emprendimiento de South Summit, cuyo informe destaca que las mujeres emprenden de forma mayoritaria en el sector servicios.
Bien es cierto que, si bien las startups lideradas por mujeres son menos numerosas, sí se han visto incrementadas las empresas que tienen una mujer dentro de su equipo fundador, que ya suponen el 41% de las firmas consultadas.
En lo que se refiere al perfil general del emprendedor, la formación altamente calificada es clave en este mundo, ya que según refleja este estudio, la predominancia de universitarios con máster se puede asociar a una necesidad de comenzar a conectar con el ecosistema.
