La oportunidad que representa el reto de emprender nunca debería ser tratado como una necesidad si lo que se busca es creer y hacer crecer un proyecto sin ningún tipo de impedimento. En el Día Internacional de la Mujer situamos el foco en ellas, porque el peso del desarrollo económico y social que representa el emprendimiento femenino es más importante que nunca.
Sobre todo, en nuestro país, donde el porcentaje de mujeres emprendedoras está por debajo de la media europea. Para abordar este tema desde el mejor análisis, hablamos con Tarcila Sugiyama, abogada, emprendedora y coautora del estudio Emprendedoras: Realidad del emprendimiento femenino publicado por EAE Business School.
Solo el 14% de las fundadoras de startups son mujeres
¿Cuál es el reto al que se enfrenta el sector para poder dar más oportunidades a las emprendedoras? Una pregunta clave que tiene que ver con lo que hablamos de que el posible peso de la necesidad en el caso de las mujeres sea más fuerte que la oportunidad.
Hasta el año 2019, el informe Global Entrepreneurship Monitor Spain distinguía a las personas que iniciaban su trayectoria empresarial por oportunidad o bien por necesidad. Sin embargo, a partir de 2020, el informe distingue entre:
(a) si se emprende para marcar una diferencia en el mundo;
(b) si es para crear riqueza o una renta muy alta;
(c) si es para continuar una tradición familiar, o;
(d) si es para ganarse la vida porque el trabajo escasea.
Tarcila se basa también para explicar este factor clave en el último informe GEM 2020 - 2021, que concluyó que las mujeres presentan una ligera mayor propensión a emprender porque el trabajo escasea o por marcar una diferencia en el mundo; sin embargo, las diferencias son muy acusadas frente a los hombres en la motivación de crear riqueza o una renta muy alta (27,6% frente a un 41%).
“Son muchos y diferentes los motivos que pueden justificar los distintos objetivos buscados a la hora de emprender” señala la abogada y emprendedora, sin embargo, apunta a que la raíz de la diferencia “recae sobre el hecho de que las niñas y los niños reciben educaciones y socializaciones diferenciadas”.
Mientras que “a los niños se les enseña que deben aventurarse, arriesgarse y aspirar el cielo, a las niñas se les motiva a ser amables, a cuidar a los demás, a mantenerse en una zona sin riesgo y peligro”. Esto, según destaca Sugiyama, influye directamente a la hora de decidir qué carrera perseguir. No tanto el hecho de que haya una baja presencia de mujeres en las carreras STEM y ni tampoco que, en España, solo el 14% de las personas que han fundado su startup sean mujeres, según apunta un informe del Instituto de las Mujeres.
La oportunidad asociada a la visibilidad
Muchas veces, los referentes han ayudado a decidir qué rumbo tomar, en base a creer en que algo es posible si alguien ha sido capaz de hacerlo. Para Tarcila Sugiyama se trata de un factor que influye directamente en la motivación a la hora de emprender.
“Al aspirar a una carrera, los modelos referentes existentes son una enorme motivación” incide, “por eso es tan importante que el mundo mediático dé mayor visibilidad a las mujeres emprendedoras que sí existen y que sí son exitosas”.
Para justificar que la tasa de emprendimiento femenino en España esté tan alejada de la media europea (4,7% frente a un 6,3%) con 17 de cada 100 startups lideradas por mujeres, según recoge el estudio del que es autora, Tarcila hace referencia de nuevo, a la educación y socialización de las niñas.
“A día de hoy la presencia de la tecnología es clave en el éxito de las startups” señala, alegando que en nuestro país solo el 12% de profesionales TIC son mujeres. Porcentajes que hacen innegable el hecho de que las mujeres enfrenten más barreras a la hora de emprender.
Todo se resume en un dato muy consecuente, y es el de que las mujeres en España se encargan del 75% de las tareas del cuidado de la familia y del hogar. Además, de acuerdo con estudios de la Universidad de Harvard, los inversores prefieren los proyectos liderados por hombres, lo que les hace el acceso más difícil a ellas.
Algo que desgraciadamente sigue pasando, aunque estudios dirigidos por importantes entidades, como el Boston Consulting Group, ya hayan destacado que las empresas lideradas por mujeres obtienen mejores resultados que las dirigidas por hombres.
Al final para dar más oportunidades a que haya más emprendedoras, “no solo el sector del emprendimiento debe comprometerse, sino toda la sociedad al no imponer límites a las mujeres y niñas”, evidencia Tarcila.
“El miedo al fracaso a la hora de emprender está más presente en las mujeres”
La solución esta ahí, al alcance de todos. Y es que para acabar con esta brecha es imprescindible contrarrestar la socialización diferencial que reciben los niños dependiendo de su género.
Así lo expone Sugiyama, quien entiende como esencial “ofrecer cursos de formación en igualdad”. Esto es porque uno de los factores que más limitan a la hora de emprender, según el informe GEM, es el miedo al fracaso, presente en mayor escala entre las mujeres y que “puede ser mitigado, por ejemplo, con cursos de emprendimiento dirigidos a mujeres”.
También es importante resaltar que según el Business Angels 2020 de la Asociación Española de Business Angels Networks (AEBAN), solamente el 10% de los inversores privados de startups en España son mujeres. En este sentido, la experta señala que este desequilibrio puede “afectar al capital riesgo, tanto en fondos independientes como en fondos ligados a grandes corporaciones”, donde el porcentaje de mujeres en puestos societarios no alcanza en ninguno de los casos el 15%.
Según remarca Tarcila Sugiyama, las ayudas para proyectos empresariales liderados por mujeres “son muy importantes”. Programas como PAEM, que impulsa desde hace 15 años la Cámara de Comercio de España y el Instituto de las mujeres para ofrecer ayuda y asesoramiento sobre trámites administrativos, financiación y subvenciones a las emprendedoras; y que son cruciales para ir cambiando la historia.
