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Cómo proteger a tu empresa de un desastre natural

Seguros contra desastres naturales

Este fin de semana hemos asistido atónitos a la erupción del volcán de la isla de La Palma en el archipiélago canario, que no por anunciado (los geólogos venían informando de su inminencia desde hace semanas) ha dejado de ser menos sorprendente.

Una fuerza de la naturaleza que no ocurría en nuestro territorio desde hace 50 años y que ya ha obligado a evacuar a más de 6.000 personas, afectadas por el avance de los ríos de lava que ya han devorado un buen número de viviendas y zonas agrícolas.

Este fenómeno de la naturaleza nos obliga a preguntarnos qué ocurre con nuestros seguros a la hora de evaluar estos daños. La borrasca Filomena de principios de año ya nos enseñó una valiosa lección de por qué no hay que fiarse a la hora de proteger tu casa o tu negocio. Las medidas urgentes aprobadas para subsanar los daños materiales de la gran nevada supusieron un antes y un después en los beneficios fiscales de esta índole.

Seguros contra desastres naturales

La gran mayoría de las pólizas de seguros de propietarios están diseñadas para dar cobertura a una amplia gama de siniestros como son los daños por incendios, humo, rayos, tormentas, lluvia, viento, nieve o huracanes, entre otros. Efectos meteorológicos a los que también se unen a los incendios, los robos, o incluso disturbios callejeros, vandalismo y daños causados por el choque de un vehículo.

Lo que muchos no sabían hasta ahora es que estos seguros también incluyen la mayoría de los daños causados por erupciones volcánicas a través del Consorcio de Compensación de Seguros. Un desastre ligado a un fenómeno natural que, como todos los demás, puede causar diferentes tipos de daños a una empresa. 

Desde destruir o dañar severamente un local hasta las más graves, como causar heridas y muertes entre el personal. El resultado puede ser la interrupción total o parcial de la actividad, con la resultante pérdida de ingresos, lo que en general puede llevar a la quiebra o desaparición de la empresa.

En España, el Consorcio de Compensación de Seguros (no las aseguradoras privadas) se hace cargo de responder a las reclamaciones de los afectados por desastres naturales. Depende del Ministerio de Economía y Empresa, pero los fondos para las indemnizaciones provienen de las pólizas privadas de los asegurados. En casi todas las pólizas que se pagan en España se incluye un recargo obligatorio destinado a este fondo común.

Con este dinero, y con los rendimientos financieros que el Consorcio obtiene de la inversión de sus recursos, se atiende y se paga de forma organizada y eficiente las cuantías que deriven de siniestros catalogados como extraordinarios. Las situaciones extremas más comunes son las que se dan por catástrofes, tanto naturales como las causadas por el hombre (atentados terroristas, tumultos populares…); además, se ocupa de los siniestros de seguros obligatorios causados por personas sin seguro o los siniestros pendientes de entidades en quiebra.

Los desastres naturales suelen afectar sobre todo a las Pymes que dependen con mayor frecuencia de un local. En el caso de una actividad volcánica, la cobertura estándar incluye pérdidas causadas por la detonación volcánica, por las ondas de expansión, ceniza y polvo que se propaguen por el aire, así como por los incendios o explosiones resultantes de dicha erupción.

Riesgos empresariales ligados a los desastres naturales

Si nuestro negocio ha sido dañado por un fenómeno natural, este tipo de coberturas también incluyen los contratiempos derivados por las pérdidas de ingresos al tener que cerrar temporalmente. Las pólizas de seguros, en estos casos, suelen tener un periodo de espera de 72 horas, entre que el negocio sufre el daño que interrumpe sus actividades regulares y cuando la cobertura entra en acción.

Para intentar reducir el riesgo de sufrir serios daños en los casos de un desastre natural, la prevención y la preparación de nuestra empresa ante estas eventualidades es crucial, en base a:

Una buena ubicación – Asegurarse que nuestro negocio o empresa se encuentra bien ubicada geográficamente, es clave para intentar paliar los riesgos asociados a estos fenómenos. Por ejemplo, que no se encuentre en una zona de riesgo de inundación o que la construcción sea segura. ¿Cuántas empresas han efectuado estudios estructurales de sus edificaciones o evaluado el riesgo posible de su ubicación?

Un buen plan de evacuación – Los planes de emergencia diseñados por los servicios de seguridad privados tienen en cuenta la organización física del lugar para que la evacuación no se vea dificultada y para que se disponga del material necesario (extintores o mangueras) de cara a limitar al máximo los daños personales.

Plan de continuidad del negocio – Este plan tiene el objetivo de asegurar que la empresa siga funcionando lo mejor posible, en el menor tiempo y grado de interrupción. Aunque no tiene que ver solamente con desastres naturales, estos son los que suelen presentar los mayores desafíos.