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Buenas prácticas en materia de RSC

Buenas prácticas RSC

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es una forma de gestión empresarial en la que se tienen en cuenta, no solo los objetivos económicos, sino también el impacto social y medioambiental de la actividad de la compañía. 

En la actualidad, cada vez son más las empresas que se preocupan por tener una buena RSC. Una tendencia en auge en todo el mundo y mirada con lupa a veces, que consiste en que las compañías incorporen la sostenibilidad en todas sus áreas de actividad. 

Si ya las grandes empresas estaban obligadas, desde el ejercicio 2018, en virtud de la Ley 11/2018, de información no financiera, a presentar el Estado de Información No Financiera (EINF) para incluir estas cuestiones sociales, esta obligación aplicaba también en este año a las empresas de más de 250 trabajadores: más de 30.000 nuevas compañías. 

¿Qué sociedades están obligadas a presentar el EINF? 

Como recordamos, desde el pasado año están obligadas a presentar el EINF individual o consolidado, las sociedades o grupos de sociedades con más de 250 trabajadores que, o bien tengan la consideración de entidades de interés público de conformidad con la legislación de auditoría de cuentas, exceptuando a las entidades que tienen la calificación de empresas pequeñas y medianas de acuerdo con la Directiva Europea o bien, durante dos ejercicios consecutivos reúnan, al menos, una de las siguiente circunstancias: 

  1. Que el total de las partidas del activo sea superior a 20 millones de euros. 
  2. Que el importe neto de la cifra anual de negocios supere los 40 millones de euros. 

Acciones para un plan estratégico de RSC 

En base a la importancia de satisfacer las expectativas de todo el espectro que forma una empresa desde una perspectiva social y medioambiental, la RSC necesita de un plan estratégico que programe las actividades que se llevarán a cabo dentro ese marco. 

Se trata de un plan de acción concreto que deben llevar a cabo todas las empresas con un volumen de negocio importante, con el objetivo de contribuir a la modificación positiva de la realidad social, política, económica, ambiental y cultural existente en la actualidad. 

Para ello, fijar estas estrategias en tres pilares básicos, a la larga será más fructífero: personas, planeta y productividad. Tres valores que se deben sustentar de igual forma, intentando sacar el máximo beneficio dentro de la empresa. 

Y es que, toda RSC contribuye a generar réditos de forma directa e indirecta, incrementando la fidelidad de los empleados o facilitando el acceso a la inversión. Ahí es donde entra la importancia de establecer un enfoque a largo plazo

No vale con copiar determinadas campañas de otras empresas que sí han funcionado, si no de intentar mejorar año tras año las propias. De esta forma, se podrá conocer lo qué ha funcionado hasta el momento y lo que no. 

Las actividades de un buen plan estratégico de RSC deben ir alineadas con los objetivos prioritarios. Por ejemplo, para algunas empresas, la prioridad será centrarse en el bienestar de los empleados y, para otras, será prioritario cumplir los objetivos medioambientales o revertir parte de sus beneficios en el entorno social en el que desarrollan su actividad. 

Independientemente de la consecución de cada empresa, los campos comunes a abordar suelen ser los siguientes: 

  • Derechos humanos. 
  • Normas y condiciones laborales. 
  • Medioambiente. 
  • Intereses de los consumidores. 
  • Lucha contra el fraude. 

Al final, los beneficios que reporta una buena RSC en la mejora de la imagen de marca de una empresa contribuye en unos consumidores más fieles, con el valor añadido que tiene desmarcarse de la competencia hacia un mundo responsablemente globalizado. 

El efecto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la ambición, complejidad y transversalidad de estos está demandando a los gobiernos un plus de innovación para extender su concienciación a ciudadanía y empresas.   

Si nos fijamos en este compromiso, fijado por cada vez más empresas (la mayoría públicas) entendemos mejor como afrontar los siguientes pasos, según el Estudio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo

  • Lo primero es conocer cada uno de los objetivos, identificando futuras oportunidades de negocio para redirigir recursos hacia los retos que presentan, que permiten mejorar el valor de la sostenibilidad empresarial al reforzarse los incentivos económicos de esta y fortalecer las relaciones con los grupos de interés.  
  • No todos los ODS son igualmente relevantes para cada empresa por eso hay que definir las prioridades, así como el grado de contribución a cada uno de ellos, así como los riesgos y oportunidades derivados de los mismos, que dependerán de muchos factores.  
  • Basado en los resultados recogidos en la fase anterior, establecer objetivos de sostenibilidad específicos, medibles y con límites de tiempo. Para realizar esta tarea se debe definir el alcance de las metas y seleccionar los indicadores clave de desempeño (KPI- Key Performance Indicator) que permitan dar seguimiento a los impactos de la organización a lo largo del tiempo, estableciendo el año base y los niveles de ambición por periodos.  
  • También es fundamental integrar la sostenibilidad en la actividad principal del negocio, incluyendo metas a través de los diferentes departamentos para abordar los objetivos que se ha marcado la empresa. Para garantizar el éxito de esta etapa, el liderazgo activo de la alta dirección en el logro de este tipo de cambio organizacional es necesario.  
  • Por último, la práctica de divulgar la información no financiera de las empresas se ha vuelto tan común que prácticamente se considera una obligación para las empresas que se gestionan de forma responsable.  
  • Comunicar periódicamente el progreso frente a los ODS y a los compromisos asumidos por la empresa, es el último paso que contempla esta herramienta y permite conocer su grado de involucración con la sostenibilidad a la vez que la contribución a la consecución general de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.