La idea de poder disfrutar de nuestro trabajo diario se ha convertido, a lo largo de los años, en un ideal de lujo para aquellos afortunados que pueden dedicar su tiempo a hacer lo que les gusta. No obstante, los nuevos tiempos de cambio respiran otros aires en los que el inconformismo se ha apoderado de los profesionales.
Y es que, hoy en día, la mayoría buscamos la realización en nuestra vida profesional y poder sentir satisfacción con lo que hacemos y con los resultados que obtenemos. Para ello, sentirse bien dentro del entorno profesional es fundamental, acompañados de un inestimable bienestar emocional.
El trabajo, más allá de una fuente de ingresos
Dar sentido a nuestro trabajo para que se convierte en algo más que una fuente de ingresos es el reto de cualquier organización que se precie en el panorama actual. Por ello, Sandra Plaza, responsable de experiencia del empleado en el área de RRHH de GD, analiza por qué es importante traducir lo que se entiende como bienestar emocional.
“Creo que es importante diferenciar el concepto de felicidad para traducirlo y ponerlo como objetivo real”. Para Plaza, no se puede anhelar, desde una empresa, el hacer feliz a las personas. “Lo que sí que podemos es trabajar con el objetivo de facilitar el Bienestar Profesional”, señala.
En este sentido, la responsable de RRHH da las claves sobre cómo estar satisfechos con nuestro trabajo. Lo que en psicología se llama bienestar eudaimónico (el buen demonio que nos empuja a la superación y realización personal) trata de facilitar esa sensación de realización en el ámbito profesional.
“El bienestar será, en un corto plazo de tiempo, un verdadero lujo” destaca Sandra Plaza. Por ello, al margen de terapias médicas o psicólogos que cuestan dinero existe la alternativa de que la propia empresa te ofrezca un entorno profesional saludable que te realice como profesional.
Hasta hace relativamente poco, expresar abiertamente nuestras emociones en el entorno laboral podía ser interpretado como un signo de debilidad. Hoy en día hablamos abiertamente de emociones en las empresas, tanto en las relaciones internas como con nuestros clientes, y esto es un indicador de que las cosas están cambiando.
Así lo destaca el reciente informe sobre ‘Bienestar emocional en las organizaciones’ de DKV Seguros, que asegura que “nos movemos hacia una visión del trabajador como ‘ser humano’ que piensa, pero también que siente”.
Cuando en nuestra empresa nos sentimos cómodos y tenemos las principales necesidades cubiertas, cuesta más dar el paso de marcharse y por ende es una de las claves en las que trabajan los nuevos departamentos: “Creo que las empresas que incluyan en su cultura el bienestar del empleado se pondrán a la cabeza de sus competidores y será un factor importante para que se incorpore y mantenga el talento”.
¿Qué puede hacer la empresa?
Crear un entorno psicológico óptimo donde se potencie el bienestar emocional. El resultado será un espacio de crecimiento y aceleración de talento a través de los siguientes parámetros:
- Hacer partícipes a los empleados. Observar, escuchar, fijar y personalizar objetivos. Y una vez hecho esto, reformular y rediseñar nuestras realidades como organización.
- Incluir la birideccionalidad ‘Win to Win’. En lo que se refiere a la comunicación, el compromiso o la personalización de objetivos dentro de la empresa.
- Formación Manager. Las diferencias generacionales han existido siempre, solo que los nuevos eran “aprendices” y ahora ya no. Ahora entran en juego nuevas habilidades que los líderes deben tener: empatía, aceptación al cambio, humildad…
- Formaciones abiertas para todos que fortalezcan las habilidades sociales propias del trabajo (resiliencia, asertividad, gestión del tiempo y del estrés, empatía…)
- Creación de Proyectos que promuevan el clima y la cultura desde la convivencia y la colaboración.
- Hacerlo público. Si lo hacemos, hay que comunicarlo y señalarlo, para que los trabajadores lo interioricen y lo conviertan en cultura. Que sepan que estas acciones por parte de los departamentos tienen un objetivo.
El bienestar, ¿es parte de la estrategia de negocio?
Las empresas existen en las comunidades, las afectan y se ven afectadas por ellas. En este sentido, la salud de los colaboradores se ve afectada por el entorno físico y social de la comunidad.
Según el citado informe, este concepto se refiere a las actividades que realiza la organización, sus conocimientos específicos y otros recursos, físicos y sociales, que afectan al bienestar de los colaboradores y sus familias. También de cara a interpretar una buena estrategia de negocio.
Para Plaza, no hay duda: “es una necesidad”, ya que según incide, el talento se queda donde le cuiden y eso, en los nuevos ecosistemas laborales donde existen entornos impredecibles que necesitan empleados comprometidos, el cuidado de la experiencia y bienestar del empleado es área diferencial que no todas las organizaciones tienen y que hoy más se demandan.
“La pregunta ya no es cuanto voy a cobrar” destaca la responsable de RRHH, si no que ahora la principal preocupación radica en el bienestar real que les va a proporcionar un trabajo, en base a la conciliación, el teletrabajo o la retribución flexible (salario emocional).
“Hay mucho trabajo por delante” finaliza, pero a la vez reconoce que hay que tener paciencia porque los resultados no son inmediatos. De nada sirve implementar estos proyectos si en la organización interna de los departamentos nada cambia.
