La empresa familiar se consolida, año tras año, como un activo de gran importancia para la economía de nuestro país. Según el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), se estima que 1,1 millones de empresas son familiares en España, el 89% del total de las empresas.
Sus características convierten a este tipo de compañías en el mayor generador de empleo en España, creando actualmente el 67% del empleo privado, con un total de cerca de 7 millones de puestos de trabajo y siendo responsables del 57,1 del PIB del sector privado.
Es por ello importante evaluar sus beneficios, ya que no existe un reconocimiento expreso de esa figura en el ordenamiento jurídico español, aunque sí referencias importantes en algunas normas fiscales que conllevan determinadas ventajas.
Impuesto de Patrimonio y Sucesiones
La normativa fiscal en el Impuesto sobre el Patrimonio acota la figura con algunos elementos a considerar. El primero, que se disponga del 5% del capital de la sociedad de manera individual, o del 20% de manera conjunta por el grupo familiar.
También es necesario que algún miembro de la familia participe en su gestión, pero, además, su remuneración por dicha gestión le debe reportar al menos el 50% del total de sus rendimientos empresariales, profesionales y de trabajo personal.
Con estos requisitos se puede pasar a analizar si existen algunas ventajas fiscales para este modelo de sociedad. La respuesta es afirmativa, tanto en materia de Impuesto sobre el Patrimonio como en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD).
En el Impuesto sobre el Patrimonio, tratándose de entidades que no sean de mera tenencia de bienes, las participaciones que se tengan de estas empresas familiares estarán exentas de tributación en este impuesto.
Por otra parte, la normativa del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones establece reducciones en el caso de ser propietario de participaciones en una empresa familiar. Recordemos que Hacienda ya ha puesto su foco en las operaciones vinculantes, más estrechas en estas compañías.
Las reducciones estatales respecto de las participaciones en empresas familiares se aplican tanto en el caso de herencias como en el de donaciones, aunque hay que tener en cuenta que este impuesto está cedido a las CCAA por lo que también hay reducciones autonómicas.
La fiscalidad específica de las empresas familiares obliga a establecer estrategias y actuaciones preparatorias en materia de transmisión de la empresa, la sucesión o la entrada en la gestión y gobierno de la sociedad.
Por ello, el asesoramiento profesional suele ser fundamental en esta materia, puesto que conlleva una complejidad diferente a la que supone la gestión de otros tributos, con diferencias importantes en los matices según cada Comunidad Autónoma.
La relevancia de las empresas familiares traspasa fronteras siendo las organizaciones con más volumen de facturación y creación de empleo a nivel global. Se estima, de hecho, que en la Unión Europea, hay 14 millones de empresas que son familiares y que generan más de 60 millones de empleos en el sector privado.
