Llevamos meses hablando del alza de precios ocasionada por una inflación que se resiste a bajar, que a la vez ha sido expuesta por la incertidumbre de una guerra que no tiene visos de mejora y de la repercusión nociva y casi mundial que está teniendo en la economía.
Pero no todo van a ser malas noticias. En nuestro país, pese al ‘Winter is coming’ que tenemos metido en la cabeza desde el fin del verano, más del 60% de nuestras empresas van a aumentar su plantilla durante 2023.
Al menos, así lo asegura el Informe de Tendencias de Recursos Humanos publicado hace unos días por la empresa de recursos humanos Randstad, que destaca, además, que estas cifras se elevarán hasta casi un 90% en el caso de las grandes compañías.
Crecimiento de negocio y planes de expansión, principales motivos
Lo que verdaderamente llama la atención, si analizamos los datos de este reciente Informe, no es el hecho de un porcentaje tan alto y optimista, si no que se reafirma por encima del actual escenario de empeoramiento de la economía tanto a nivel nacional como internacional.
De hecho, así lo prevén ocho de cada diez empresas que priman por encima de todo, que los motivos para realizar nuevas incorporaciones sean el crecimiento del negocio (elegido por el 52% de los encuestados), la rotación de la plantilla (50%) y la necesidad de nuevas habilidades (32%).
Aun así, no hay que dejar de ser conscientes del complejo futuro que se presenta, sobre todo en opinión del empresariado de nuestro país, según advierte el informe de Randstad. Y es que el 66% de las firmas asume una peor situación en su sector en 2023 y un 44%, en su propia empresa.
Los efectos de la pandemia aún están presentes, como se puede comprobar en el hecho de que un 21% de las compañías encuestadas está todavía lejos de recuperar las cifras previas, aunque también es de justicia valorar que la mayoría ha conseguido adaptarse y se encuentra en una situación razonablemente buena si tenemos en cuenta el escenario.
Retos principales
Por todo ello, a poco más de un mes para que el año llegue a su fin, el tejido empresarial español ya tiene en cuenta los desafíos que tendrá que afrontar en el próximo ejercicio. Según el Informe, los principales retos se centran en la productividad (elegida por el 58% de las empresas), la adaptación operativa a la nueva situación (75%) o la búsqueda de eficiencia en ámbito financiero (45%).
En este sentido, la mayoría de las empresas prevén realizar diferentes tipos de cambios organizativos para cumplir con sus propios retos y adaptarse a la realidad económica. Los encuestados apuestan por reducir gastos (en el 87% de los casos), impulsar la digitalización y la innovación tecnológica (82%) e incrementar el rendimiento (79%).
Por otro lado, la escasez de talento aparece como un grave problema para las empresas, ya que empeora la productividad y afecta a la competitividad. El 72% de compañías deben hacer frente a este problema.
Además, el 87% de las empresas han buscado perfiles nuevos con esta justificación en el último año, y la gran mayoría de ellas se han encontrado con dificultades para cubrir sus vacantes, especialmente en perfiles de cualificación alta y media.
