Las empresas de logística viven una oleada de adquisiciones tras la crisis global en la cadena de suministro que afectó a las campañas comerciales más esperadas del año pasado. Un atasco global físico y online que no se quiere repetir en próximos desafíos comerciales.
Para evitar problemas futuros, la mitad de las compañías del sector quiere hacer alguna compra en los próximos 12 meses, según asegura Barclays en un análisis sobre el sector logístico publicado en octubre, que destaca que las fusiones y adquisiciones siguen siendo una prioridad estratégica para el sector.
Tendencia global como inversión rentable y a largo plazo
El análisis de la entidad financiera no es el único que apunta en esa dirección, ya que la consultora global PwC destaca que en el último año se cerraron operaciones corporativas por valor de 256.000 millones de dólares, un 6% más que un año antes.
Un tipo de adquisiciones locales, es decir, integraciones entre operadores logísticos y de transporte de un mismo país. Un punto clave en el panorama actual con los mercados pendientes de la situación geopolítica en Europa.
Y es que, debido a la incertidumbre relacionada con la guerra en Ucrania o la escasez de materiales y equipos que interrumpen el normal funcionamiento de las cadenas de suministro, muchas empresas están considerando estas oportunidades de compra de proximidad.
Si analizamos lo que ocurrió hace unos meses, empresas que normalmente quedaban en un segundo plano empezaron a tener un atasco global. Un problema que acabó afectando a la distribución comercial de medio mundo con la inevitable consecuencia de una subida de precios generalizada.
Es por ello que se han disparado las fusiones y adquisiciones en todo el sector, debido en parte a que esos problemas aún no se han solucionado del todo. Se trata de un movimiento de concentración con el que los operadores buscan ganar masa y tener mayor tamaño para sobrevivir y ser más fuertes.
Movimientos de las compañías de logística
Una de las empresas que más está llamando la atención en este sentido es Maersk, que ya es una de las mayores multinacionales del sector, con eslabones en toda la cadena de transporte; tanto marítimo, por carretera o de almacenes.
Esta empresa danesa se encuentra negociando con el Gobierno de nuestro país un megaproyecto de energías renovables, hidrógeno y metanol verde, centrado en Galicia y Andalucía, que conlleva una inversión de 10.000 millones de euros.
En lo que va de año, ya ha adquirido la estadounidense Visible Supply Chain Management por unos 840 millones de euros, B2C Europe (con presencia en España), por cerca de 86 millones y ha sellado su mayor operación del año con la firma hongkonesa LF Logistics, valorada en cerca de 3.600 millones de euros.
No es una excepción. Las operaciones de concentración en el sector logístico están desarrollándose en todo el mundo. Por ejemplo, en Reino Unido, Knowles Transport acaba de adquirir a su competidora Masters Logistical Services. Y, en Estados Unidos, la firma de capital riesgo Pritzker ha pactado la compra de Kenco Logistics.
Una ola de operaciones que también ha llegado a España, donde la empresa Logista ha firmado recientemente la adquisición por 51 millones de euros del negocio de transporte y logística de alimentos refrigerados y congelados del grupo Carbó Collbatallé.
El argumento viene a ser siempre le mismo: la creciente demanda requiere una mayor concentración de empresas para ganar tamaño. Una universalización que hace de las empresas de logística un mercado tan pujante como necesario.
