La Agencia Tributaria publicó recientemente su balance de control, enfocado principalmente en actuaciones a autónomos, empresas y otros contribuyentes en 2022. Un año en el que los funcionarios de Hacienda llevaron a cabo nada menos que 1,9 millones de comprobaciones.
De todas ellas, al menos unas 700.000 habrían sido exclusivamente a trabajadores por cuenta propia y pequeños negocios. Estas son las ocho áreas donde se repartieron todas estas comprobaciones y donde suele incidir actualmente.
Más categorías = mayor control
Cada año, Hacienda establece múltiples acciones basadas en los objetivos del Plan de Actuación. Estas incluyen inspecciones contra la economía oculta y ventas no declaradas, así como revisiones de irregularidades en las facturas o ingresos no reflejados.
También emprenden acciones significativas contra fraudes con doble facturación y estafas relacionadas con el IVA. Aunque hay diversas maneras de categorizar estas acciones, una de las áreas primordiales es la lucha contra la economía sumergida.
Este año, la Agencia Tributaria ha simplificado estas acciones en ocho categorías principales, orientadas a monitorear autónomos, empresas y otros contribuyentes. Para tener una idea de en qué áreas se enfoca la Agencia Tributaria, estas son enumeradas:
- Grandes empresas, multinacionales y grupos fiscales.
- Análisis patrimonial y societario.
- Ocultación de actividad y uso inadecuado de formas societarias.
- Control de actividades económicas.
- Vigilancia de la normativa aplicada.
- Comprobaciones formales.
- Análisis de información.
- Otras comprobaciones.
De estas áreas, ha habido un aumento en el número de actuaciones en la mayoría, aunque hubo reducciones en el control de actividades económicas y otras comprobaciones.
En particular, el Control de actividades económicas abarcó 614.584 acciones en 2022, siendo el segundo grupo más relevante. En este ámbito, la Agencia revisa, entre otras cosas, la economía oculta y las incorrectas deducciones fiscales.
Mayormente, las revisiones van dirigidas a pymes y autónomos. Se centra en el control de los diferentes impuestos, como el IRPF, IVA y el Impuesto de Sociedades, y tiene un enfoque tanto general como específico en ciertos sectores, como aquellos que manejan grandes cantidades de efectivo.
