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No trasponer el tipo mínimo del 15% a multinacionales puede salir caro

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La Comisión Europea ha iniciado un procedimiento de infracción contra España por no implementar las medidas necesarias para incorporar el nuevo tipo mínimo global del 15% en el Impuesto sobre Sociedades (IS) para empresas multinacionales y grandes conglomerados empresariales.

Hasta el 31 de diciembre, los Estados miembros tenían la obligación de notificar al Ejecutivo comunitario las acciones tomadas para adaptarse a la normativa, un plazo que España, junto con Estonia, Grecia, Chipre, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Portugal, no cumplió.

Garantías y concesiones

En vigor desde el 1 de enero de 2024, recordemos que el tipo mínimo del IS se aplicará a grupos multinacionales y nacionales con ingresos financieros combinados superiores a 750 millones de euros al año en la UE.

Esta directiva busca proporcionar equidad y estabilidad al panorama fiscal en la Unión Europea y a nivel global al limitar la disminución de las tasas impositivas corporativas y reducir el incentivo para que las empresas trasladen sus ganancias a jurisdicciones con impuestos bajos.

Unas normas que son de obligado cumplimiento para cualquier gran grupo, nacional o internacional, que tenga una sociedad matriz o filial en un Estado miembro de la UE. Y es que, el IS establece un conjunto común de normas sobre cómo calcular y recaudar un impuesto complementario en un país específico en caso de que el tipo impositivo efectivo sea inferior al 15%.

Si una filial no está sujeta al tipo mínimo efectivo en un país extranjero donde está ubicada, el Estado miembro de la sociedad matriz también aplicará un impuesto complementario a esta última. Además, la directiva garantiza la imposición efectiva en situaciones en las que la sociedad matriz está fuera de la UE, en un país con bajos niveles impositivos que no aplique normas equivalentes.

Con esta legislación, la UE cumple con su compromiso de ser uno de los primeros territorios en implementar la reforma fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ya que asegurar un nivel mínimo mundial de imposición del impuesto de sociedades es una de las dos líneas de trabajo del acuerdo global de la organización.

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