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Proyectos renovables en España y el problema de la red eléctrica

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La infraestructura de red eléctrica en nuestro país es uno de los puntos claves derivados de los múltiples proyectos de energías renovables que hay en el horizonte y que, desde hace años, representa una de las apuestas de futuro más fiables en la economía española.

Pero para ello, es necesario invertir tanto en red como en almacenamiento, y esto es exactamente de lo que ha advertido la Comisión Europea, avisando que la viabilidad de estos proyectos ahora mismo no es la mejor.

Agenda 2030

Porque, independientemente del Gobierno que nos lidere después de las elecciones generales del próximo verano, la Agenda 2030 tiene marcado en verde (nunca mejor dicho) que las energías renovables del país ocupen cerca del 75% del espectro.

Para su impulso, no es baladí la advertencia del Ejecutivo comunitario, que avisa en sus recomendaciones anuales que las restricciones de capacidad de la red están limitando la integración de más energías renovables.

Por ello se insta en que España a invertir, como decimos, tanto en infraestructura de red como en almacenamiento si tienen previsto abarcar los 1.400 proyectos previstos para estos años, según los datos que contempla el diario El País.

Esta recomendación llega, en parte, con la intención de que España aumente sus objetivos de potencia renovable del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que, además de ofrecer más energías renovables, pretende evitar depender de la energía rusa.

Recordemos también que, a finales de año, la crisis energética preveía acortar los plazos para construir plantas renovables por lo que, desde la UE, se instaba a los países a poner en marcha ciertos proyectos aún en contra de ciertas directivas legislativas.

Problemas derivados

Si analizamos el riesgo que esto conlleva, España se enfrenta a más problemas que una red eléctrica insuficiente ya que según la CE, la escasez de mano de obra y de cualificaciones en sectores y profesiones clave para la transición ecológica está creando “cuellos de botella” que dificultan el cumplimiento de las metas en cuanto a energías renovables.

Recomienda a nuestro país, por tanto, una formación de alta calidad que responda a las necesidades cambiantes del mercado laboral, que conlleva también contar con profesionales del sector que hasta ahora se dedicaban a otras tareas.

Además, según destacan, esto es algo que ayudará a reducir la escasez de personal y a “promover la inclusión y la reasignación laboral” sobre todo, si se tiene en cuenta los miles de proyectos de energías renovables siguen en marcha

Y es que, para alcanzar sus objetivos en 2030, el Gobierno ejecutó una inversión de unos 240.000 millones de euros, tal y como figura en el PNIEC. De esa cantidad, un 80% provendrá del sector privado, mientras que el 20% restante será de administraciones públicas.

Falta por ver como se plantea ahora la inversión catalizadora para potenciar una red eléctrica, que como ya se lleva advirtiendo desde hace tiempo, puede ser la solución a la carbonización que ha ido erosionando la economía occidental.