La última actualización de datos de Hacienda sobre las ventas realizadas por parte de las grandes empresas en España constata un freno en su facturación que, de forma progresiva, se está haciendo notar a lo largo de la última década.
Según estos registros, las grandes corporaciones registran un avance del 0,9% en su facturación, un 90% menos que hace un año. Y esto, hablando de un sector fundamental para el crecimiento del PIB en nuestro país, es más que reseñable.
Moderación del consumo
Aunque las grandes empresas son casi una excepción en España, donde apenas suponen el 0,16% del tejido productivo, son responsables del 34% de los puestos de trabajo de nuestro país y aportan un tercio de valor añadido bruto de la economía.
Aún con todo, ya el pasado año la rentabilidad de las compañías más grandes marcaba una tendencia a la baja, en el momento justificada por las ventas del comercio minorista y de los suministros energéticos.
Ahora, la moderación del consumo parece ser la razón principal que ha provocado el menor avance del negocio en esta última década, sin contar el año de pandemia, ya que el gran recorte de gasto en las familias ha congelado también las ventas del pequeño comercio.
Así, las grandes empresas en España (aquellas que cuentan con más de 250 trabajadores) han visto como su facturación estaría experimentando un inusual frenazo en el segundo trimestre del año, a las puertas del verano.
Y es que, el avance del 0,9% que se percibe durante este segundo trimestre también es el más bajo registrado desde hace una década, sin tener en cuenta la fuerte contracción de 2020 a causa de la pandemia.
Efectos del retroceso
Según refleja el informe de la Agencia Tributaria, esta moderación tan significativa de las ventas se ha producido a causa tanto del menor avance en la facturación llevada a cabo dentro de España, como de las exportaciones que alcanzaron su máximo histórico en 2021.
En este sentido, las ventas en el mercado interior crecen en el segundo trimestre de 2023 un 0,8%, muy por debajo del 9,1% de hace un año, mientras que las exportaciones solo lo hacen un 1,3%, muy por debajo del 14,6% registrado en 2022.
También el dato anual en su conjunto arroja una fuerte moderación entre 2021 y 2022, pasando de una subida del 9,4 al 7,4%. El nivel que en lo que va de 2023 también se modera hasta el 4,1%.
Por último, la evolución de las ventas de las grandes empresas pone en cuestión la fortaleza de la supuesta reactivación económica mostrada por los datos de Contabilidad Nacional del último trimestre de 2022 y el primero de 2023.
Como decimos, no es de extrañar cuando en el último informe económico de CEOE ya se observaban los primeros síntomas de una desaceleración del consumo, por la inflación acumulada y el impacto de la subida de los tipos de interés en los gastos financieros de los hogares endeudados.
