Pese al temor de una recesión económica global en el aire, con precios que vuelven a registrar una subida histórica que sitúan la tasa de inflación de junio en el 10,2%, los directivos españoles han reforzado su apuesta por las empresas.
En plena corrección de las Bolsas y del mercado de deuda, los máximos accionistas de 28 empresas inscritas han comprado participaciones en sus compañías. Un importe conjunto que se eleva hasta los 19,7 millones de euros.
La incertidumbre a la subida de los tipos de interés
Es la gran incógnita de los próximos meses, con la mitad de las economías globales pendientes de cómo de gradual será el proceso de subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales.
Porque cada vez está más claro que se debe encontrar la fórmula para contener unos precios cada vez más desbocados, que en nuestro país no se veían desde hace casi 30 años. Una realidad que está dejando a los inversores sin puertos seguros en los que invertir.
Ahora hay que comprobar si la apuesta de los directivos sirve para que la Bolsa europea retome el alza en el segundo semestre del año. Como ejemplos, encontramos las operaciones de Criteria en Telefónica y Acek en Gestamp, que han adquirido en lo que va de mes acciones por importe conjunto de casi 8 millones de euros.
Más de la mitad de las empresas españolas dejan de crecer
El Informe Europeo de Pagos de Intrum 2022 muestra una de las peores y lógicas consecuencias de la inflación. Según este estudio, un 55% de las empresas españolas ven lastrado su crecimiento antes este nuevo condicionante y después de hacer frente a la pandemia.
También refleja que un 51% de las empresas no tiene ni la experiencia ni cuenta con la capacidad necesaria para gestionar correctamente el impacto de la inflación en su empresa. No obstante, son datos que colocan a nuestro país como el segundo de Europa con menos organizaciones sin experiencia y con capacidad para afrontar las consecuencias de una subida de precios.
En lo que se refiere a otros países de nuestro entorno, llama la atención Alemania, situado justo detrás con un 49% de las empresas sin la capacidad requerida para afrontar la subida de precios y siete puntos por encima de la media europea. Además, destacan otros como Italia (60%) y Francia (57%), con peores resultados que España.
Otra de las máximas es la capacidad para subir el sueldo y afrontar de forma más equilibrada el panorama actual. En este sentido, los datos son casi calcados, con un 54% de las empresas españolas sin la capacidad necesaria para subir el sueldo a sus empleados debido a la inflación.
Asimismo, un 61% de las compañías advierte de que este problema es una de las razones principales por la que ha tenido difícil pagar a tiempo a sus proveedores. Un 76% de las empresas asegura haber recibido la petición de aceptar plazos de pago más largos.
La subida de la inflación ya puso en alerta al consumo generalizado en el arranque del año con la repercusión negativa en el crecimiento económico. Con los últimos datos, la contracción del gasto de los hogares se podría acrecentar, lo que conllevaría a un deterioro del avance del PIB.
