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Coto europeo a las subvenciones extranjeras

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Las empresas que perciban subvenciones públicas de países terceros (fuera de la Unión Europea) estarán sujetas al escrutinio de la Comisión Europea, que podrá investigarlas si sospecha que distorsionan la competencia en el mercado interior.

Así lo ha dado a conocer la CE en un nuevo reglamento publicado recientemente y que entrará en vigor a partir del 12 de julio, especificando que esta normativa pretende igualar el terreno de juego para todas las empresas. ¿A costa de qué?

Novedades y directrices

Con la normativa de control de subvenciones extranjeras, como decimos, se quiere equiparar el terreno a lo que se viene haciendo desde hace años en el seno de la UE, con un férreo control por parte de la Comisión a las ayudas otorgadas por los Gobiernos de los países miembros.

Recordemos que la CE debe autorizar cada ayuda en base a cumplir los requisitos predeterminados en su normativa. Son ejemplo de ellos las autorizadas por la crisis económica de 2008 o las derivadas de la pandemia y todo lo que ha repercutido en las empresas.

Pues bien, hasta la fecha, la Comisión no estaba facultada para controlar subvenciones de fuera de la UE. Unas ayudas que, en ocasiones han podido otorgar ventajas indebidas a las empresas beneficiarias cuando competían en el mercado interior.

El reglamento elimina ahora esa condición otorgando un control de largo alcance, ya que además del citado instrumento general de investigación, la norma introduce dos regímenes de notificación de carácter suspensivo:

  • Adquisiciones y fusiones (concentraciones) que afecten a empresas establecidas en la UE con facturación europea de, al menos, 500 millones de euros.
  • Licitaciones públicas en la UE por valor igual o superior a 250 millones de euros.

Ambas estarán sujetas a autorización previa de la Comisión si, además, involucran a empresas que hayan percibido contribuciones financieras extranjeras por encima de ciertos umbrales (respectivamente, 50 millones y cuatro millones de euros por país, en los tres últimos años).

¿A qué empresas afecta el nuevo Reglamento?

Como decimos, la normativa afectará principalmente a las empresas de fuera de la Unión que operan en terceros países y están respaldadas por sus gobiernos. Pero también cualquier empresa, sea o no de la UE, que participe en concentraciones y licitaciones públicas en el mercado interior podrá verse impactada, aunque nunca haya percibido una subvención extranjera.

Por ende, las empresas obligadas a notificar estas acciones se enfrentarán a exigencias significativas de recopilación y aportación de información. Y es que, las operaciones sujetas a notificación no se podrán implementar, ni las licitaciones adjudicar, antes de la autorización por la CE.

Además, el nuevo sistema de control de subvenciones extranjeras tendrá, así, un impacto muy relevante en las operaciones y licitaciones públicas en términos de tiempo, recursos y seguridad jurídica.

En resumen y desde una perspectiva más ambiciosa, el organismo gubernamental destaca que esta nueva norma supone una oportunidad para denunciar subvenciones extranjeras a competidores que les generen desventajas competitivas.