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Contratación silenciosa: ¿una nueva estrategia para controlar gastos?

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Las nuevas estrategias de las empresas para controlar los gastos de producción que ha provocado la incertidumbre económica de los últimos meses han llevado a muchas compañías a adaptar sus acciones de negocio hacia un objetivo prioritario: ahorrar dinero y retener el talento.

Por ello, ha surgido un nuevo concepto que engloba la rotación de tareas y el cambio de roles entre los profesionales de una empresa, sin la necesidad de contratar a más trabajadores. Se trata de la contratación silenciosa, más conocida como “quiet hiring”.

La trilogía de la Gran Renuncia

Con el fenómeno de la ‘Gran Renuncia’, cuya fuerza en EE. UU. (con más de 50 millones de empleos rehusados sólo en 2021) se ha ido extrapolando al resto del mundo, han surgido también los anglicismos 'quiet quitting' y 'quiet firing'.

Para completar la trilogía, llega un nuevo concepto llamado 'quiet hiring', cuya definición consiste en asignar nuevas tareas a trabajadores ya existentes, como decimos, sin necesidad de contratar a otros.

Se trata de una estrategia de aquellas empresas que apuntan hacia un control de los gastos de producción en medio de la actual crisis económica. Sin embargo, de cara a los trabajadores existentes, esta práctica puede traducirse como una complicación extra a la hora de asumir más carga de trabajo.

Generalmente, se trata de adquirir nuevas responsabilidades a través de proveedores externos, por ejemplo, pero sobre todo por cambios de departamento que asignan proyectos diferentes al empleado.

Rentabilidad para las empresas

Los expertos alegan que, con esta práctica la empresa logra resolver la falta de habilidades dentro de la plantilla de manera eficiente y rentable, de manera que se aprovechen al máximo los recursos existentes sin tener que perder productividad.

En este sentido, se ahorraría tiempo en procesos de reclutamiento y a su vez se incrementa la retención del talento a través de un perfeccionamiento corporativo. Un concepto que busca luchar contra esa renuncia silenciosa adquiriendo un punto de vista más positivo.

Y es que, para una exitosa implementación de 'quiet hiring', se torna crucial que la responsabilidad principal de este cambio de paradigma recaiga sobre la empresa y en particular sobre los managers y el departamento de recursos humanos.

Esto es así, porque solo estos responsables últimos podrán detectar los denominados ‘win-win’, dejando siempre claras las condiciones y objetivos que se buscan, que además de no incurrir en gastos adicionales, incluyen potenciar el crecimiento del empleado en la estructura interna, así como su formación personal con nuevos conocimientos.