Durante sus fases iniciales, las startups implementan diversas tácticas de financiamiento para impulsar sus ideas. Una opción popular es acudir a un ‘business angel’ dispuesto a invertir en negocios nacientes a cambio de una futura participación en la empresa.
Se trata de personas (que no empresas), que aportan su dinero, experiencia y contactos a nuevas empresas creadas por emprendedores con el fin de obtener un beneficio rentable en el futuro.
Más allá de la inversión
Se cree que la denominación "ángel inversor" proviene del mundo audiovisual cuando a principios del siglo XX, los productores de Broadway buscaban fondos para sus teatros y musicales entre las elites económicas de cara a apoyar una actividad que interesaba mucho y que acabó salvando el negocio.
Más adelante los ‘business angels’ han ido ganando renombre respaldando a compañías tecnológicas en ascenso. Por ejemplo, gigantes como Ford, Apple y Amazon se beneficiaron de estos inversores en sus primeros días.
Su contribución financiera se sitúa entre el capital semilla, proveniente usualmente de conocidos, y el capital de riesgo, derivado de fondos de inversión y destinado a fases más desarrolladas del proyecto.
Los ‘business angels’ buscan rentabilizar su inversión, pero también desean apoyar a los empresarios a materializar y comercializar sus innovaciones. Su influencia puede ser crucial para muchos negocios; no solo aportan capital, sino también experiencia, consejos, conexiones y una perspectiva comercial valiosa.
Como decimos, lo que distingue a los ‘business angels’ de otros inversores es su involucramiento que trasciende lo financiero. Mientras que algunos inversores simplemente aportan capital por una participación accionaria, estos adoptan un papel más integral y supervisan el desarrollo del proyecto.
Perfil y características
Según el “Estudio para el fomento de las redes de Business Angels en España”, elaborado por la Dirección General de Política de la PYME, estas son algunas de las características de los ‘business angels’:
- Participan en empresas en fase de desarrollo o expansión.
- Se implican en el negocio intentando aportar el máximo valor posible.
- Invierten en sectores que conocen.
- Su participación suele oscilar entre los 25.000 y los 250.000 euros, aunque no hay un denominador común.
- Suelen mantener el anonimato ante terceras personas.
En cuanto al perfil, aunque no hay un modelo definido para este tipo de inversores, se pueden catalogar en grupos de empresarios o directivos de compañías experimentados que quieren dar su conocimiento a emprendedores jóvenes, así como ahorradores y emprendedores con éxito.
